miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿CUANDO SERA EL FIN?

Lectura del día:  San Mateo 24

¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa, para que les de el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su Señor venga, le halle haciendo así.  (S.Mateo 24:45-46).

      Estos días, son días que pudieran causar una revolución mental y emocional sobre nuestras vidas, si dejamos que las conjeturas del mundo nos arropen. Mucho se habla sobre la profecía maya y ciertamente no deja de producir ciertas interrogantes.  ¿Será cierto que llegó el fin?  ¿Será cierto que el mundo será destruido y Cristo vendrá ahora?
       Es cierto que el mundo será destruido y vendrá un fin para crear un cielo nuevo y tierra nueva y, también es cierto que Cristo vendrá a reinar por toda la eternidad.  Ahora bien, lo que NO ES CIERTO es que hay fecha para ello.  Al leer este pasaje de Mateo 24, nos damos cuenta de cuáles son los puntos por los que debemos preocuparnos.  El día y la hora nadie sabe, pero será en un momento que nadie espere, tal como pasó en el tiempo del diluvio universal.  La gente comía, bebía, bailaba, se distraía, trabajaba, hacía sus compras de manera normal, hasta que vino un loco llamado "Noé" y comenzó a hablarles de lo que estaba por acontecer, pero la gente estaba en sus propios afanes, por lo que no hizo caso.  Noé entró en el arca y la puerta se cerró.  La gente no entendió hasta que vino el diluvio.  
      La venida de Cristo será similar.  La gente estará EN LO SUYO y nadie, excepto aquellos que nos estemos preparando para el momento, se va a percatar, siendo sorprendidos.   El Señor Jesucristo nos da cuenta de que hay cosas que debemos hacer en consecuencia:  No.1 VELAR, es decir, estar atentos para que no seamos sorprendidos, porque no sabemos cuándo sucederá.  Por lo tanto hay que estar alertas en todo tiempo.  No.2, DAR EL ALIMENTO A TIEMPO a la casa y recibirlo.  ¿Cuál es el alimento?  La palabra de Dios.  Debemos escudriñar la palabra y dar el alimento a los que están a nuestro alrededor, es decir, proclamarla, porque debe ser predicado el evangelio en todas las naciones.  Aquel siervo que sea hallado haciendo esto será bienaventurado.  Si el Señor nos encuentra cimentados y cimentado a otros en su palabra será una gran victoria, porque el cielo y la tierra pasará. pero su palabra es la única que permanecerá.  No.3, NO DESCUIDARNOS.  Hay personas que creen que el evangelio es un juego y actúan como el siervo desobediente.  "Mi Señor no viene ahora" y es cuando se confunden y viven la vida aun dentro de la casa del Señor (Porque ambos siervos estaban en la casa) como si el dueño nunca fuese a llegar:  comiendo, bebiendo, emborrachándose, fornicando y adulterando  (Sexo fuera de la unión matrimonial), mintiendo,  y viviendo su vida a su antojo.  Pero las consecuencias no se van a dejar esperar y este siervo malo que es uno que está en la iglesia como si fuese un verdadero cristiano, será duramente castigado.
       ¿Quiere ser uno de los escogidos de Dios y vivir eternamente en su reino?  Reconozca que Cristo es su único salvador y recíbalo como Señor de su vida, escudriñe su palabra (La Biblia), santífíquese, apártese de la vida común y corriente de pecado, Ore, vele y llene su lampara con el aceite que es el Espíritu Santo de Dios.  Congréguese en una iglesia que predique a Jesucristo. Al congregarse podrá crecer.  De esta manera, no importa cuándo será el fin porque el Señor le hallará haciendo como el quiere.  Dios te bendiga.

viernes, 14 de diciembre de 2012



LA HERENCIA DE LOS SIERVOS DEL SEÑOR
Lectura del día: Isaías 54.

            No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será refutada.  Esta es la herencia de los siervos del Señor, la Justicia que de mí procede —afirma el Señor—. 
Isaías 54:17

Estéril, es ciertamente una palabra con un significado poco alentador.  Su etimología tiene que ver con la falta de reproducción en términos de fertilidad, y se asocia a la no producción de frutos, a la miseria, a la escasez de cosecha y muchas veces a lo inútil.  También es una palabra aplicada en medicina en relación al proceso de destrucción de los gérmenes o microorganismos por medio del calor.    Cuando me desempeñaba en el bachillerato como enfermera, teníamos que esterilizar los utensilios y materiales, sobre todo cuando se trataba de una cirugía.  ¿Por qué?  Porque a través de las altas temperaturas se desarticula la estructura funcional de los microorganismos, es decir, se destruye y se elimina por completo la vida bacteriana o microbiana.  No es lo mismo desinfectar que esterilizar, de manera que decir estéril en medicina es lo mismo que decir “Sin vida”,  por lo que ciertamente tiene relación la palabra. 
En Isaías 54 el Señor se ocupa de hablar a la estéril.  Es una metáfora acerca de la restauración de Israel y su futura gloria, así como de la salvación a través del Mesías, pero también es un llamado a aquellos que se encuentran en condición de esterilidad, aun siendo hijos de Dios.  A los que sienten que no tienen vida, a los que no ven frutos a pesar de cosechar, a los que otros le han llamado inútiles, a las mujeres que han sido abandonadas por sus esposos, a las rechazadas, y aun a las que esperan (realmente) en Jehová por hijos físicos.  A través del profeta, Dios describe a una mujer despreciada y abandonada a la que le dice: ¡No te limites, no temas, no te turbes!  Esterilización es sinónimo de muerte, por lo que si has pasado por un proceso de altas temperaturas y de presión en la que prácticamente sientes que tu vida ya no es vida, Dios tiene una palabra para ti.
En este día te animo a meditar en esta hermosa promesa del Señor, de que aunque te encuentres triste o angustiado,  y sientas  que el Señor mismo te ha dado la espalda, no temas.  Dios no se ha ido, él es tu redentor.  Levántate, porque él no se ha olvidado de ti.  Puede que haya estado enojado por un tiempo, porque ciertamente Dios se enoja cuando fallamos, pero su fiel amor nunca cambia. Es una esperanza maravillosa para las madres solteras que sienten que no tienen fuerzas para levantar a sus hijos.  Dios te dice que él mismo instruirá a tus hijos, y para eso, debes llevar a tus hijos a la presencia de Dios y él mismo con su Espíritu Santo los guiará.  Si has sido calumniado o mal juzgado, Dios te dice que toda lengua que se haya levantado contra ti será condenada por sus justos juicios.
¿Eres siervo de Dios?  ¿Eres hijo de Dios? ¡Alégrate entonces en saber que la justicia que de él procede y su salvación es la herencia que tienes! 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

CLAMANDO CON CONSISTENCIA


San Lucas 18:37-43

los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! (S.Lucas 18:39).


     “…Pero él clamaba mucho más: …”.  Esta es la parte del relato del capítulo 18 de San Lucas que más llama mi atención.  Un hombre que estando en una condición de ceguera desde su nacimiento decidió buscar la bendición que por años esperaba: su sanidad.  En S.Marcos 10:46 se indica que era ciego de nacimiento y su nombre era Bartimeo (hijo de Timeo). Jesús iba por el camino de Jericó pasando y una multitud le seguía.  El ciego, que además era un mendigo, preguntó qué era aquello.  Debería ser alguien importante el que cruzaba para que se desarrollara tal bullicio y expectación.  La respuesta que le dieron fue: Jesús el nazareno está pasando. 
        Al parecer, Bartimeo sabía muy bien de quién se trataba, ya que no preguntó ¿quién es ese?  Conociendo de quien se le hablaba, no perdió tiempo.  Como no podía ver por donde se dirigían las pisadas del maestro, comenzó a vociferar: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!   Los que iban delante le reprendían: ¡Cállate, cállate!, deja de clamar tanto, no ves que es el maestro; el es soberano y él es quien sabe cuándo va a venir a verte, ya cállate (Cursivas de quien escribe).   Jesús se detuvo y pidió que lo trajeran a su presencia y le preguntó: ¿Qué quieres que te haga?
       Muchas veces nosotros nos encontramos en medio de un lugar o situación como Jericó, rodeados de fuertes muros.  El  muro de Bartimeo era su ceguera, ¿Cuál o cuáles son tus muros? Conocemos al Señor, sabemos de su poder para derribar esas murallas y sabemos quién es él.  Estamos ahí y  justamente frente al lugar donde estamos (Jericó) es donde se encuentra el ángel de Jehová con su espada desvainada para pelear por nosotros y con nosotros para entregar en nuestra manos esa situación tal como lo hizo con Josué (cap.5 y 6 de Josué), y como lo hizo Jesús con Bartimeo.  El pueblo de Israel debió tocar el cuerno del carnero PROLONGADAMENTE y todo el pueblo debió GRITAR  a gran voz para que esos muros fueran derribados (Josué 6:5).  Así mismo gritó Bartimeo a gran voz.   
       Es posible que al igual que el ciego no sepamos qué tan cerca está ya el maestro de conceder aquello que pedimos.  Sabemos que él puede responder, pero no sabemos en qué dirección o ruta va el proceso de su accionar según su voluntad, y es ahí cuando nos cansamos.  Dejamos de clamar porque aunque escuchamos el bullicio y sabemos que él viene cerca, nos desanimamos.  Quizás clamemos, pero no con la fuerza y la intensidad ni la consistencia necesaria como para hacerle venir como lo hizo el ciego. 
     También podemos actuar como aquellos que mandaron a callar al ciego.  Podemos mandar a callar a los que gritan por un milagro diciéndoles: ¡Oye!, ya Dios sabe eso, no lo atosigues, Dios sabe quién eres y si es su voluntad él lo va a hacer; en vez de animarles y decirles:  Sigue clamando, sigue clamando con fuerza que el maestro está muy cerca, es más, yo también te voy a ayudar, clamemos juntos fuertemente.   Toquemos el cuerno prolongadamente y gritemos a gran voz. 
      Jesús le pidió a los que estaban alrededor: “Tráiganlo aquí”,  y con eso nos dice a nosotros: traigan aquí a aquel que está alrededor de ustedes que necesita un milagro.  Tráiganlo delante de mí y yo le preguntaré ¿Qué quieres que te haga?  Pero insistan, clamen, no se cansen, y aunque otros le reprendan, sigan clamando, porque es ese clamor delante de su presencia el que mueve las misericordias de nuestro Dios.  Jesús no solo sanó a Bartimeo sino que también lo salvó, pues el hecho de haber vociferado con tanta fuerza y desesperación, daba muestras de la grande fe que tenía puesto el ciego en aquel que todo lo puede, Cristo el Señor.

martes, 11 de diciembre de 2012

AL QUE MUCHO SE LE PERDONA, MUCHO AMA
Lectura del día: S.Lucas 7:36-50

Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. (San Lucas 7:47).
  
        Una mujer estaba en una congregación alabando al Señor.  En medio de los cánticos y del clamor, la mujer alzaba la voz fuertemente, gritaba y se colocaba de rodillas en el altar.  Caminaba arrodillada por todo el lugar y mirando al cielo con sus manos levantadas vociferaba: “Señor, te adoro.  Señor, te adoro.  Gracias mi Señor".  Unos niños se reían de la acción, y otros hermanos en la congregación solo murmuraban entre los dientes: “¿Quién será esta mujer que interrumpe tan solemne culto?".  Algunos querían acercarse para pedirle que se sentara, incluyendo al pastor. 
        Para la manera en que los cristianos estamos acostumbrados a adorar a Dios, con toda solemnidad y silencio, esto podría parecer un acto de locura, sin embargo, la palabra de Dios nos narra la historia de una mujer que irrumpiendo en una cena a la que un fariseo había invitado al Señor, derrama un frasco de perfume sobre él, encima de todos los invitados.  Se tira al suelo y con sus propios cabellos comienza a acariciarle y a secarle los pies.  Encima de eso, comienza a besarlo —a un hombre en sus pies—, y supongo en mi imaginación que esta mujer estaba haciendo todo un espectáculo delante de todos esos invitados. Pero al Señor no le importaba si parecía un escándalo   Para él, esta mujer había dado todo lo que ninguno de ellos le había ofrecido y eso se llama: Gratitud.
      Cuántas veces no hemos visto a personas como esta mujer en muchas de nuestras congregaciones.  Personas que se levantan con voz fuerte y gritan: ¡Aleluya! ¡Santo!  Personas que han dado su voz, su cuerpo para el servicio de Dios en sacrificio, sus bienes, porque están tan agradecidos de lo que Dios ha hecho en sus vidas que no escatiman hacer todo lo que puedan para agradarle.  Muchas veces hemos tildado a esas personas de desordenadas y de locas.  No podemos negar que hay excepciones, pero ciertamente hay muchos que habiendo sido perdonados de una vida completamente mundana, que andaban perdidos en el pecado, sin rumbo y sin salvación, son capaces de hacer lo que aun pareciera locura por causa del reino.  
        Al que mucho se le perdona mucho ama, dijo Jesús.  Esta mujer de la historia fue una pecadora perdonada por Cristo y como su pecado era tan grande, ella tomó lo mejor que tenía para derramarlo a sus pies, y lo hizo, no importando lo que dijeran aquellos que estaban alrededor.  A veces pensamos que hemos sido tan buenos que basta con haber dicho una oración sencilla de: “Te acepto como mi salvador".  Pero me he preguntado muchas veces: ¿Hasta qué punto y con qué dimensión le he demostrado al Señor que verdaderamente estoy agradecida por lo que hizo en mi vida? Le he aceptado como mi salvador, pero ¿lo he hecho con verdadero conocimiento de lo que soy delante de él, una vil pecadora, aun no haya estado en los peores lugares o sin haber hecho las peores cosas?  Por eso es que cuando vemos a alguien que ha sido sacado de una vida mundana: drogas, prostitución, asesinatos, depravación, etc., esas personas se entregan de una manera tal al evangelio que simplemente no pueden callar lo que Dios hizo.  Es una reflexión para aquellos cristianos que somos tan pasivos.  Es como si en el fondo dijésemos:  ¡Bueno, yo no he sido tan malo después de todo, por eso no necesito hacer nada extravagante para Dios!  Y no se trata de ser extravagante, se trata simplemente de ver que ciertamente Jesús tiene razón al decir que cuando se le ha perdonado tanto a alguien, esa persona debería demostrar su gratitud y amor en la dimensión de lo que ha recibido. 
       Aquel que piensa que lo que se le ha perdonado ha sido poco, poco demuestra su amor y poco demuestra su gratitud y entrega.  Esto lo podemos ver en las congregaciones  cuando se llama al servicio.  Si una persona le hace grandes favores, estoy segura de que usted haría cualquier cosa con tal de quedar bien con esa persona,  Usted diría algo como: “Ay, no.  Yo no le puedo fallar a fulano(a), ¡porque ese(a) muchacho(a) me ha ayudado tanto!  Yo tengo mucho que agradecerle".  
¡Cuántas veces hay que pedirles a las personas su ayuda y servicio para el reino, sin recibir una respuesta inmediata! Si hacemos conciencia de que realmente Dios nos ha perdonado tanto, seríamos capaces de dar hasta la vida por el reino y por Cristo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012


LA AUSTERIDAD
Lectura: Santiago 4:1-17

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
(Santiago 4:3). 
      "El empresario José Luis Corripio Estrada consideró ayer que para ser emprendedores y lograr el éxito en los negocios, es necesario tener un sentido de austeridad".   Esta fue la publicación que leí en la mañana de hoy, la cual me dejó pensando sobre el consumismo que mantenemos en la actualidad y cómo muchos "cristianos" nos dejamos arrastrar por esta forma de idolatría. También Pepín Corripio dijo lo siguiente: Adelantarse al gasto es un verdadero peligro y estropea un negocio porque la bonanza no es permanente".   (www.eldia.com.do/nacionales).
Hay una historia que cuenta que un turista estadounidense viajó a Egipto con la finalidad de conocer a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito lleno de libros, muy sencillo y que no se correspondía con su fama. Las únicas piezas que tenía eran: una cama, una mesa y un banquito.  “¿Dónde están tus muebles?”,  preguntó el turista; y el sabio le contestó:  “¿Y dónde están los tuyos?”.  Sorprendido el turista contestó: “¿Los míos…? ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!”.   “Pues yo también…”  concluyó el sabio.
Entrar en un consumismo desmedido nos hace ser infieles a Dios y nos convierte en idolatras.  ¿Piensa usted que no? La Biblia dice que nuestras pasiones combaten con nuestros cuerpos (Santiago 4:1) y esto es una realidad.  También este pasaje hace una pregunta muy atinada:  ¿Qué es vuestra vida? Y nos responde lo siguiente: “Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece”. (Santiago 4:15).  Todo lo que no nos sacia se convierte en vanidad y esto incluye al dinero y a las cosas. El consumismo revela nuestra avaricia y la avaricia es pecado.  El ir tras todas las cosas sin pensar en lo que vendrá después, es semejante a ir tras los ídolos, porque gastamos el dinero para gozarnos en esas cosas y rendimos culto a eso.  El consumismo revela nuestra insatisfacción, denota que no estamos saciados.  Cuando nuestra mente y corazón están puestas en acaparar, conseguir para gastar y no nos organizamos en previsión, viendo lo que REALMENTE necesitamos, estamos revelando dónde está nuestro corazón.  “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”.  Lo lamentable es que estas cosas  mañana se van a dañar y tendremos que comprar otra y otra y otra, lo cual hace que no nos satisfagan en lo más íntimo. 
El consumismo fomenta la soberbia y la soberbia es pecado.  Podemos comprar todo lo que se nos antoje, hacer préstamos, llenar las tarjetas de crédito, dejar inclusive de comer y alimentarnos para saciar un deseo vano, y podemos comprar todo lo que los encartes nos traen con sus supuestas ofertas que solo utilizan para atraparnos y hacernos ver como tontos que creemos todo lo que se nos ofrece solo porque está barato, sin embargo, para dar a otros somos bastante mezquinos.  El consumismo nos hace mezquinos porque pensamos: Pero si doy esto no voy a poder comprar aquello.
Es interesante que sea uno de los hombres más ricos de Rep. Dom., el que declara que el consumismo nos lleva a la ruina, un hombre que es dueño inclusive de tiendas de consumo.  Es increíble que muchos creyentes seamos tan consumistas en vez de ser austeros.  La austeridad es de sabios y es una virtud que demuestra los frutos del Espíritu porque indica que tenemos templanza y dominio propio.  Una cosa es ser austero y otra es ser tacaño.  Generalmente el tacaño piensa en sí mismo y en lo que va a dejar de percibir si da a otro que lo necesita.  El austero es aquel que coloca las prioridades en el lugar que corresponde, es aquel que no gasta solo por gastar, solo porque es una buena oferta o porque quizás mañana necesite esto y, como está en oferta, va a dar un tarjetazo para comprarlo.
Isaías 55:2 dice: “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestro alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes de David”.  ¿No hizo Dios rey a David?  Pues Dios no nos va a dar nada si no tenemos la capacidad de saber administrarlo.  ¿Cuántas bendiciones no hemos recibido de Dios y las hemos mal usado?  Y luego decimos: ¡Ay, Dios no me ayuda, Dios no me bendice!, ¡Claro que te ha bendecido!  El problema es que se te olvida que gastaste mal lo que te dio en esa época de bonanza.
Mi esposo y yo hemos trabajado por años en el mercado asegurador y en la motivación, y créanme que recibimos mucho en ese entonces y honestamente lo usamos mal.  Llegamos a comprar carros, a llenar los closets y a adquirir tonterías que cuando las veía luego me preguntaba: ¿Y ahora, esto para qué?  Luego vino el tiempo de tocar fondo, vino el desierto por el cual Dios nos forzó a aprender.  Tuvimos que ver un vehículo achicharrarse en el fuego, quedarnos a pies, vernos sin trabajo, la aseguradora más grande del país en donde teníamos la mayor cartera de clientes quebrada y cerrada, y  sabe algo, pienso que si Dios tuvo misericordia de nosotros fue por aquello que dimos y lo que sembramos en la obra cuando recibíamos.  ¡Fue una grande lección!  Ahora para mí las cosas carecen de valor y de sentido porque me di cuenta que podía vivir sin ellas.  Es mentira que no puedo vivir sin un comedor de 8 sillas, es mentira que no puedo vivir sin un mueble caro, es mentira que necesito de los lujos del mundo para vivir, es simplemente ¡Mentira!  Solo necesito lo que necesito y punto.  El desapego nos libera y nos trae paz, porque cuando usted no se mortifica por lo que otro tiene usted tiene paz:.  Si llega ¡Gloria a Dios! Y si no llega, ¡Gloria a Dios también! Y cuando lleguen usted tendrá la capacidad de compartirlas.
No digo que seamos descuidados o dejados, lo que le digo es que seamos austeros y aprendamos a dominarnos.  Sepa que como dijo don Pepín, la bonanza no es permanente.  Mi suegra suele decir: “Hay tiempo de vacas flacas y hay tiempo de vacas gordas”.
Jesús dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis DESCANSO para vuestras almas (Mateo 11:29)”.  ¿Sabe usted lo que es ser Humilde de corazón?  ¿Cree usted que el que es humilde de corazón se desespera por lo que no puede obtener?  El mayor ejemplo de humildad lo tenemos en Jesús.  Siendo Dios no estimó apegarse ni aferrarse a ello.  ¿Sabe lo que eso significa?  Se despojó de su CONDICION de Dios y rey, para convertirse en siervo.  ¿Por qué es que a nosotros nos da tanta brega despegarnos  a las cosas?  ¿No se supone que siendo creyentes, debamos imitar a Cristo?  ¿De qué le sirve al hombre GANAR TODO EL MUNDO si pierde su alma? (Lucas 9:25). Criticamos mucho a los gobiernos, pero ni nosotros mismos sabemos ser austeros.
¿Quieres ser feliz?  Aprende a gozarte y agradecer por lo que Dios te ha dado.  Comienza a entender que vas de paso por el mundo y que si bien es cierto que todo fue creado para deleite y disfrute de sus hijos, también es cierto que Dios no quiere a hombres y mujeres amantes de lo terrenal porque no van a estar preparados para vivir en el reino. Si aprendes  a adquirir las cosas en el momento justo y necesario, cuando realmente puedas hacerlo, entonces dejarás de morticarte tanto y tendrás paz.  Un espíritu austero es aquel que sabe ponerle límites a la obstinación y al desenfreno.  Y a propósito de la navidad y los dobles sueldos, te invito en el nombre del Señor a crear tu plan de prioridades con austeridad.  Ahorra, paga, comparte y adquiere lo necesario, porque mañana no sabemos cómo vendrán las cosas.   Solo así podrás ver más adelante el fruto de tus manos.   ¡Dios te bendiga!


sábado, 1 de diciembre de 2012

SOLIDARIDAD EN EL LUTO

Lectura de día:  Génesis 50
"Los Egipcios están haciendo un duelo muy solemne". (Gén.50:11).

 Hace unos meses, el padre de un amigo falleció y a mi esposo que es pastor, le tocó oficiar el entierro.  Al llegar al cementerio hubo una actitud de prisa entre muchos de los presentes. Mi esposo,que había conocido al padre del amigo, sen sintió completamente dolido por la actitud, inclusive de algunos familiares; así que detuvo el sepelio y llamó la atención de los presentes: "¿Cuál es la prisa? Ha sido un ser humano el que hemos traído aquí para darle sepultura.  Si usted tiene algo que hacer y no quiere estar aquí, por favor retírese  Su presencia no es necesaria". Suena duro ¿no?  Pero realmente la actitud de muchos, y aun algunos creyentes de la fe cristiana, da mucho qué pensar acerca de la solidaridad y el respeto en medio de un fallecimiento.
Jacob había partido de la tierra y José le había hecho la promesa de sepultarlo en la cueva de Macpela, en Canaán, junto a sus antepasados.  Los egipcios guardaron luto por Jacob durante 70 días, a parte de los 40 que tardaron embalsamándolo.  Pero no solo eso sino que el mismo faraón le dijo a José:  ve a sepultar a tu padre, conforme a la promesa que te pidió hacerle (V.6). Por ese largo y polvoriento camino le acompañaron sus sirvientes, los siervos del faraón, los ancianos de su corte y todos los ancianos de Egipto. Estaban todos los familiares de José y dice la Biblia que formaron un cortejo fúnebre muy grande (v.9).  Pasaron 7 días más de luto al llegar a Hatad  y al ver los cananeos la forma como los egipcios se solidarizaban con José dijeron:  "Los egipcios están haciendo un duelo muy solemne" (V.11).
Muchas veces tenemos que ir a una funeraria o a un entierro para acompañar en su duelo a un hermano de la iglesia,  un familiar, un vecino o un compañero de trabajo. Los cristianos sabemos cuál es el sentido y fin de la carne de ese cuerpo inerte en un ataúd, sin embargo, podríamos comportarnos como seres  indolentes al no darle el carácter que merece el momento. Sabemos que no podemos comportarnos como aquellos que no tienen esperanza, pero ciertamente el proceso suele ser muy doloroso.  
Los egipcios, un pueblo que no conocía al Dios de Jacob, completamente pagano y que podemos compararlo en sentido espiritual con el mundo secular, mostró hacia el padre de José un profundo respeto.  Hicieron duelo por muchos días, no había prisa, se trataba del padre del hombre que había salvado el pueblo de una gran hambruna, lo que denota gratitud. Ir a cumplir a un funeral, solo para que nos vean y para que digan que estuvimos allí no es la actitud correcta.  Hoy en día la solemnidad de los funerales se ha ido por la borda.  En algunos casos se hacen espectáculos, se coloca una música estruendosa y prima el desorden y la chabacanería; en otros, podemos ver algunos grupitos haciendo chistes y muertos de la risa. En ocasiones la gente llega al entierro y lo que dice es: Salgamos rápido de eso, que ya el muerto con tierra tiene. Pero la palabra de Dios que da su justa dimensión a todos los sucesos de la vida nos da una muestra de solemnidad y respeto.  Si  bien es cierto que era el padre del segundo hombre de mayor importancia en el país, pudieron haber cumplido el tiempo solo en su ciudad.  No estaban obligados a peregrinar con José, pues habían cumplido su parte. 
En este pasaje el Señor nos llama a reflexionar. ¿Cómo nos comportamos con aquellos que pierden un familiar? ¿Estamos mostrando una real solidaridad cuando pasamos a dar el pésame a un allegado? ¿Le damos el carácter y la solemnidad que el momento merece? ¿Sacamos el tiempo para acompañar a aquellos que pasan por tan terrible pena? Si los egipcios lo hicieron, ¿por qué aquellos que somos parte del reino a veces no lo hacemos? Hoy en día no es necesario caminar tanto ni pasar meses peregrinando, pero una cosa es segura: al pasar por un funeral o entierro, debemos comportarnos con la solemnidad y el respeto que el momento merece.


    

viernes, 30 de noviembre de 2012

DISFRUTANDO LA SENCILLEZ DE LA VIDA
Lectura del día:  Filipenses 4

...Pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. (Filip.4:11b). 



    Mientras preparaba unas pastas a la boloñesa, me acordaba de aquellos tiempos de mi niñez cuando mi madre hacia unos espaguetis, y luego de empacados, nos íbamos toda la familia a disfrutar de la playa. Solo llevábamos espaguetis y refrescos y era increíble el momento que pasábamos juntos. 
     Verdaderamente la alegría y el disfrute se encuentran en las cosas más sencillas de la vida.  He sabido de familias que no hacen una velada porque supuestamente deben tener un montón de cosas a mano !para que la cosa se dé buena!  Aprender a disfrutar y contentarse con lo que tenemos parece a veces algo difícil.  Debido a la prisa que llevamos y al materialismo que nos envuelve, hemos ido olvidando todo lo hermoso que tenemos alrededor. Dios ha creado todas las cosas para nuestro disfrute y para nuestro deleite. Llegamos tan agotados que se nos olvida ver fijamente la sonrisa de nuestros hijos, salimos tan apresurados en las mañanas que no nos damos cuenta de que !Por Dios, estamos vivos!
     Dios nos ha dado muchas cosas bellas y buenas ¿Por qué no alegrarnos con eso bueno y solo enfocar lo malo?  Cuando acepta lo que tiene (Esto no quiere decir que se quede cruzado de brazos) usted demuestra ser realista.  Fácilmente usted puede endeudarse por no aceptar su realidad. Tal vez no tiene todo lo que desea tener, pero estoy segura que si mira a su alrededor se dará cuenta de que realmente tiene mucho.  Al no disfrutar lo sencillo que hay alrededor nos convertimos en seres infelices.  
    Cuando no tenemos lo que queremos, entonces nos complicamos y nos amargamos, y es probable que eso que queremos sea algo que no va a resolver nada urgente.      Efesios 4:4 nos dice:  "Regocijaos en el Señor SIEMPRE.  Otra vez digo: !Regocijaos! y lo que nos está diciendo es !Alégrate y gózate con lo que tienes!  !Chequea lo que tienes a tu alrededor y disfrútalo!  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante del Señor en toda oración y ruego, CON ACCION DE GRACIAS (V.6).  Nos insta a pensar en todo lo honesto, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad; o sea, no seamos tan negativos, no todo es malo, hay muchas cosas sencillas que son buenas, con virtudes, que son dignas de alabanza.: el día, el sol, tu familia, tus amigos, tu trabajo, las plantas que adornan tu área..  Sabiendo vivir humildemente, con abundancia o escasez, y contentándonos cualquiera que sea nuestra situación. 


miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿NOS ALEJA LA PRUEBA DE CRISTO?

Lectura:  2da. Corintios 7:1-16

"Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores". (2da. Corintios 7:5). 

     Madame Guyón fue una mujer de la alta sociedad parisina que decidió abandonar su vida lucrativa para dedicarse a escribir acerca de la fe y de los niveles que un creyente debe procurar. En medio de su búsqueda fue muy atacada y catalogada de mística. Se casó muy joven con un adinerado francés y su suegra se preocupó por hacerla sufrir lo más que pudo.  Perdió a dos de sus cinco hijos, a su padre, una hermana y a su madre con muy poco tiempo de diferencia.  Pero a pesar de todo el sufrimiento vivido, Jeanne Marie Bouvier de la Motte Guyón (nombre real) entendía que aquel que seguía la fe, no podía ver los padecimientos como fracaso sino como un escalón más hacia el nivel que Dios tiene para la victoria. Era una mujer bella que quedó marcada en el rostro por una terrible viruela que casi le quita la vida.  Quedó viuda a los 28 años y por si fuera poco, estuvo en prisión producto de su fe.  
   El apóstol Pablo nos da una clara visión sobre las tribulaciones. Dice que no hubo reposo para él en Macedonia porque por fuera encontraba conflictos y por dentro, temores. Muchas veces nuestra vida está rodeada de situaciones muy difíciles y andamos moviéndonos en una Macedonia, con conflictos de todo tipo a nivel personal y espiritual, pero esos procesos deben ser para el creyente una vía para producir meditación profunda, arrepentimiento y santificación. Si permitimos que esos padecimientos nos quiten el gozo de la presencia de Dios, entonces esa tristeza proviene del mundo y es causa de muerte (V.10).  
    Es difícil creer que un Dios de amor permita que pasemos por pruebas y tiempos duros. ¿Cómo puede un Dios que supuestamente me ama permitir que me sucedan tantas cosas? Hoy en día muchos predicadores se empeñan en enseñar que cuando venimos a Dios no sufriremos padecimientos ni escasez y que la enfermedad no debe ser parte de la vida de un creyente.  Se predica sobre abundancia a tal punto que olvidan lo que la Biblia nos enseña en 2da. de Corintios.   Pero el punto no es que Dios quiere hacernos sufrir, el punto es que los seres humanos olvidamos lo que somos cuando nos encontramos en tiempos de abundancia y de prosperidad.  El sufrimiento (Es lamentable, pero así está demostrado), nos permite acercarnos más al creador y reconocer que no se trata de nuestras fuerzas sino que hay uno mayor que nosotros a quien debemos dejar todo el control.  
    Es oportuno hacer una visión profunda a nuestro interior y ver si la prueba que padecemos nos acerca más a Dios o nos aleja.  ¿Descansamos sabiendo que verdaderamente él tiene el control y la justicia?  ¿Es tu cruz una vía para que tus capacidades se desarrollen y se hagan más fuertes?  ¿Podemos convertir nuestra cruz en un instrumento de victoria como lo hizo Jesús?  No es fácil, pero sí posible. ¿Cómo? Por medio de la consagración. Estando quietos en él, perfeccionando la santidad, buscándole en oración profundamente, renunciado a los placeres mundanos y viviendo la santificación apartándonos del pecado.  Desarrollar la paciencia por medio de las escrituras y la consolación de Cristo nos abrirá una nueva esperanza  (Romanos 15:4).  Si su exterior se desgata, si sus fuerzas se agotan, entonces comience a renovar el interior día a día.

"Mi vida está consagrada a Dios, para sufrir por él y para regocijarme en él". Jeanne Guyon.

martes, 27 de noviembre de 2012

DESECHANDO LA PEREZA


Lectura del día:  Proverbios 26

"¿Has visto hombre sabio en su propia opinión?   Más esperanza hay del necio que de él.  Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles. Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama.  Mete el perezoso su mano en el plato; se cansa de llevarla a su boca.  En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar". (Provb 26:12-16).

!Ay! Debo arreglar la cama.....   Lo haré más tarde.
—!Hummm!  ¿Recoger sillas?  Eso es mucho trabajo.
—Debo visitar la oficina del Sr. Andujar...  Bueno, mañana es otro día.
—Deme un momento, ya casi.....  ya casi...
—!Claro, cuente conmigo!  (Por supuesto, cuando otro lo haga por mí, jejeje)
—¿4 pisos?  !Demasiado!

    ¿Has escuchado frases como estas?  Proverbios cap.26 trae una interesante reflexión acerca de los necios y los perezosos.  Una característica del perezoso es que todo lo encuentra lejos, alto, incomodo, bajo y piensa que los demás deben hacerlo, pero él no.  El perezoso pone excusas de manera frecuente; dice:  "El león está en el camino...".  Generalmente siempre tiene una excusa o razón por lo cual no hace lo que le corresponde.  Puede decir:  "Es que estaba cansado, es que quedaba muy lejos,  es que se me olvidó, es que lo llamé y no me contestó, es que se me hizo pesado, es que me acosté tarde anoche y me levanté muy tarde... es que... es que.... es que...".  También es uno que no le gusta madrugar.  Este pasaje de proverbios dice que al perezoso le da trabajo, inclusive, llevarse la comida a la boca, pararse a buscar un alimento o cubrir una necesidad; Está a la espera de que otros lo hagan por él.  Es la típica persona a quien todo hay que pasárselo.   No lee porque el libro es aburrido o largo, y no asiste porque eso queda demasiado lejos.  
     Otra característica del perezoso es que se cree sabio en su propia opinión y es porque piensa que su actitud es correcta.  Todos han de estar equivocados, pero él tiene la razón.  El perezoso se consume en su propia ignorancia. Pueden venir 7 personas a decirle o a aconsejarle lo mismo y aun así, hace lo que le parece.  Usted puede repetirle todos los días la misma cosa, pero él no hace lo que tiene que hacer.  Dice Proverbios 10:26 que es como vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos de aquellos que lo envían.  Realmente es muy amargo y agrio cuando usted le dice diez veces lo mismo a una persona.  Mis hijas me preguntas por qué suelo ser tan arbitraria en los mandatos hacia ellas y es que estudié en un colegio de monjas, y las monjas para nada son perezosas, todo lo contrario.  
      Pero de todas maneras, creo que todos en algún momento de la vida nos comportamos como perezosos.  ¿Usted no?  Pues, yo sí.  Tal vez en la casa con los quehaceres, con el trabajo, con los clientes, y con la iglesia he notado que pasa muy frecuentemente.   Podemos ver a otros brindando un servicio y quedarnos allí parados contemplando como lo hacen y nosotros fácilmente que ponemos una excusa para no ayudar. Hay también pereza espiritual:  no orar; no leer la biblia; no ir al culto porque tengo sueño; no servir porque en casa hay mucha responsabilidad, pero tal vez solo estoy viendo la t.v.etc. 
       Ser inconstantes también es un tipo de pereza...  Hoy lo hago, mañana no.  La Palabra de Dios en el libro de proverbios muestra una sentencia para los perezosos.  Proverbios  24:30-34 dice:   
30.Pasé junto al campo del hombre perezoso, 
Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
31. Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,
Ortigas habían ya cubierto su faz,
Y su cerca de piedra estaba ya destruida.
32. Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.
33. Un poco de sueño, cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
34. Así vendrá como caminante tu necesidad,
Y tu pobreza como hombre armado.
     Ojalá podamos tomar consejo como dice el verso 32.  La pereza es un mal espíritu.  Se posa en las vidas de las personas y salir de ahí se hace más trabajoso.  Por eso, debemos estar orando en todo tiempo, pidiendo al Señor que no ayude con su Santo Espíritu a reprender el espíritu de la pereza. comience haciendo lo que tiene a la mano hacer.  Arregle su cama, levántese temprano, ore, lea la biblia, vaya temprano a hacer sus diligencias. Si sabe que tiene que hacer algo, por amor a Dios !hágalo! Verá que agradable y regocijante es haber aprovechado bien el día.  Esto produce paz y tranquilidad.  Además no sobrevendrá la pobreza ni la necesidad.  El alma negligente pasará hambre (Provb.19:15).  Todo es cuestión de DE-CI-DIR-SE.  !Decidete y levántate  en el nombre de Jesús!  

          

lunes, 26 de noviembre de 2012

¿PARA QUÉ TRABAJO?

LECTURA  Efesios 6:5-11
"..sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres" (Efesios 6:7).

La palabra de Dios nos da un enfoque acerca del trabajo.  Trabajo es todo esfuerzo que se realiza, sin embargo, nuestra sociedad suele llamar trabajo a todo lo que devenga una remuneración o pago. En ese sentido, los empleos o trabajos de los que somos creyentes tiene su propia concepción.
¿Cómo relacionar nuestra vida cristiana con el trabajo, empleo o negocio que desarrollamos?  Muy sencillo, sujetando lo que hacemos a la Palabra de Dios.  Nuestra motivación debe estar ligada a los principios que Dios ha establecido.  Veamos algunas de estas razones:
1.-  TRABAJAR COMO UN MEDIO Y NO COMO UN FIN.  El trabajo es un medio de sustento.  Es una vía o canal para poder alcanzar las cosas que necesitamos o deseamos, pero no debe convertirse en un fin en sí mismo.  Un trabajo no debe convertirse en la razón de nuestra vida.  Para el creyente el negocio, empleo o la labor que realiza, cualquiera que sea, es solo el medio que Dios ha dispuesto para provisión; no debe llegar a ser un ídolo ni tampoco una herramienta para demostrar cosas (Yo soy mejor que.... porque soy esto o aquello).  Tampoco está para seguir las corrientes actuales de alcance de poder.  Por medio de la labor que realizamos, podemos alcanzar sueños, metas y lograr ser mejores, pero nunca debemos permitir que se convierta el principal propósito de vida.
2.-   TRABAJAR PARA ALEGRARNOS Y AGRADECER A DIOS.  Eclesiastés 3:22 dice:  "Así, pues, he visto que no hay mejor cosa que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte...".  Si usted se alegra en lo que hace, entonces se generará una acción de gratitud hacia quien se lo ha provisto.  No maldiga su empleo o negocio, porque está maldiciendo a Dios, que se lo proveyó, cuando lo hace.
3.-  TRABAJAR PARA IMPULSAR NUESTRA FAMILIA SIN COMPETIR CONTRA ELLA.  Dios mide nuestra fidelidad hacia nuestros seres queridos.  Aunque el trabajo puede venir como una motivación de superación y desarrollo personal, este nunca debe convertirse en un rival. Especialmente las mujeres debemos tomar esto muy en cuenta.  La mujer que se describe en Prov. 31 desarrollaba su labor a partir de su familia y no de ella misma.  El verso 23 dice que su  marido se conoce en las puertas cuando se sienta con los ancianos de la tierra.  Es común hoy en día que muchas mujeres se crean con mayor autoridad que sus esposos, solo porque ganan un mejor salario.  El diseño original de Dios es crear familias sanas, mujeres sujetas, amantes de sus hijos y respetuosas de sus maridos (Tito 2:3-5).  Los hombres que dicen seguir la fe de Cristo, también deben proveer para su familia según Dios lo ha establecido (Génesis 2:18), amar a sus esposas y no exigirle una responsabilidad que de primer orden es a ellos a quienes le corresponde.
4.-  TRABAJAR PARA PARA SERVIR A DIOS Y MEDIR NUESTRA FIDELIDAD HACIA EL.
Además de brindar un beneficio económico para usted y su familia, el trabajo es un medio para glorificar a Dios. "Buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré..." (Mateo 25:21).  Dios mide su fidelidad a él por los recursos que usted provee para el establecimiento de su reino (Diezmos y ofrendas)  Esto es una cuestión de gratitud y de reconocimiento de que no es por sus fuerzas sino por la gracia del Padre.  Lo mide por su disposición a ayudar a otros (Extendiendo su mano al pobre y menesteroso).  Mide su servicio porque el trabajo no debe nunca ser un estorbo para servir a Dios. Muchas personas ponen excusas de que están agotados y no se interesan en servir, y aunque es cierto, quiero comunicarle que Dios no llama a vagos.  Es  muy fácil que alguien que no haga nada vaya, lo difícil es que alguien ocupado vaya, porque si va, esto indica que su amor por el Señor está por encima de su propio cansancio  ¿Ve la diferencia?  A veces perdemos el tiempo en cosas que no tienen ningún valor:  Ver tele, internet, ver una pelicula, etc.  No se deje robar el tiempo, levántese porque él es quien multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna (Isaías 40:29).
5.-  PARA SER EMBAJADORES DEL REINO.  Tenemos un llamado a vivir una vida santa en cualquier lugar donde nos encontremos.  Debemos cuidar nuestra manera de hablar, de conducirnos, sin ofensas ni gritos ni malas palabras (San Antonios), sin chismes, contiendas, con toda prudencia y respeto a nuestros superiores, con consideración a nuestros compañeros, administrando bien el tiempo, con honestidad y respeto a las normas establecidas. No sirva al ojo.   Dios le ha puesto a usted allí para que testifique con su vida y con sus labios    Hable de Cristo y no se quede callado (Claro, que debe hacerlo con  prudencia) Usted puede ser de bendición y consuelo a otros al mostrar el amor y la gracia redentora de Cristo.  Que todos los que se relacionen con usted puedan decir:  verdaderamente este es un cristiano.  

Que nuestro papel en los negocios y empleos, sea de alcance de las vidas de otros para el reino de Dios. Nuestro estilo de vida juega un rol decisivo en la sociedad.  Que seamos agentes de cambios y de transformación, haciéndolo todo para el Señor y no para los hombres.  Dios te bendiga.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

CANTANDO CON EL ENTENDIMIENTO

Lectura del día:  Proverbios 16:20-30
 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; 

Mas la erudición de los necios es necedad (Proverbios 16:22).

En la prensa del día de hoy sale una declaración de un afamado rapero coreano, cuya canción ha sido motivo de escucha entre muchos jovencitos, incluyendo cristianos.  La canción "Gangnam Style" hace alusión a un chico que busca una chica, proponiéndose él como un hombre sexy con estilo Gangnam, una zona adinerada de corea; sin embargo, las escenas del  video fueron tomadas  en lugares completamente divorciados de este estilo, quizás como una forma de hacer parodia. Lo que me llamó la atención fue su declaración y confieso que nunca había visto al cantante ni lo había escuchado de forma directa.   Esta mañana busqué su video y me dí cuenta que realmente  Psy tiene toda la razón en su declaración, la cual dice lo siguiente:  "Me siento feliz y a la vez triste, porque cuando interpreto la canción se ven tan felices, pero no tienen idea de lo que estoy diciendo". (Diario Libre, 14 de noviembre 2012, sección espectáculos). 
No tener idea de lo que decimos o repetimos en un problema muy serio.  Las personas se mueven en base a la multitud y a lo que está de moda.  Cantamos y declaramos cosas que no nos hemos detenido a analizar.  Ciertamente, muchas veces no tenemos idea de lo que quieren decir las cosas, tal como pasa con la canción del coreano.  Estamos, al igual que la parodia de Psy, completamente divorciados de lo que la palabra de Dios nos llama a ejercer.  Nos consideramos pertenecer al pueblo de Dios pero lo que digerimos con nuestras mentes está alejado del lugar al que decimos pertenecer.
La Biblia dice lo siguiente: "...cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento" (1ra. Cor.14:15b).   Muchas veces cantamos cosas que carecen de sentido.  Aún en la misma iglesia cantamos y repetimos canciones que bíblicamente no tienen amparo.  Pero peor aún, hoy en día hay cristianos que repiten, cantan o bailan canciones que no traen ninguna edificación, que niegan la palabra y la fe con lo que incitan o exponen. ¿Qué estamos escuchando, qué estamos repitiendo?  ¿Qué estamos permitiendo que nuestros hijos vean, escuchen y apoyen?   He visto a personas que dicen vivir la fe cristiana  repetir cosas como:  "Ponme to' eso palante".  
Cantamos para sentirnos bien muchas veces, porque estamos ilusionados, para adorar a Dios o para expresar un sentimiento y no está mal, solo que hay que tener mucho cuidado en lo que estamos diciendo o afirmando. ¿Realmente estoy consciente de lo que canto o digo?  ¿Estoy siendo consciente de lo que escucho?  ¿Escucho, repito o bailo ciertas canciones para estar a tono con los de alrededor o para agradar a Dios con mi vida?  ¿Es lo que manifiesto a través de las artes lo que pienso como cristiano?  ¿Está eso a tono con mi manera de pensar?  Y no me estoy refiriendo a que solo cantemos música sacra, estoy hablando de su contenido y relevancia.   A lo mejor no tenemos ni idea de la repercusión que esto tiene.  Este es un problema que ha estado aún desde el tiempo de los profetas.  Ezequiel 33:31-32 dice:  "Y vendrán a ti como viene el pueblo y estarán como pueblo mío, oyendo tus palabras y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia".  Dice que para ese pueblo la alabanza es como un canto de amor, hermosa, es gustosa, los emociona, aun la palabra del profeta los emociona:  !Wow, qué mensaje, qué palabra, qué alabanza!; sin embargo, no ponen por obra lo que cantan o escuchan. 
Romanos 12:2 "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro ENTENDIMIENTO, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".  Si no renovamos nuestro entendimiento, no podremos andar en la voluntad de Dios.  Te dejo con este Salmo: "No seas como el caballo o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y freno..."(32:9).  Dios te bendiga.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿SOÑADOR O MATADOR DE SUEÑOS?

DEL 18 DE SEPTIEMBRE

Lectura:  Génesis 37

"Y lo odiaron aún más por lo sueños que él les contaba" (Gen.37:8b).

      Tengo una amiga que realiza un tipo de negocio.  Tiene bastantes sueños en la vida y  al hablar se nota como quisiera que las personas más cercanas compartieran con ella el sueño.  Se emociona y cuenta lo que piensa hacer en un par de años; sin embargo, observo las caras de sus familiares más cercanos como se pliegan y hacen muecas con la boca.  Sin duda, es decepcionante ver la actitud de aquellos que desean matar los sueños. 
       Hace muchos años, yo solía matar los sueños de personas, como mi esposo, por ejemplo. Eso me trajo muchas amarguras y problemas.  Lo bueno es que Dios pudo redargüir mi corazón a través de las dificultades y pruebas, para darme cuenta cuál era verdaderamente el lugar que me correspondía.  Muchos sueños pueden ser peligrosos, pero otros pueden ser una gran bendición.
      La vida de José es una de esas historias fascinantes.  Es atractiva porque en ella se pueden reflejar muchos episodios de la vida.  Es sin duda una gran historia de motivación y de perdón.  Dios estaba con José y la Biblia lo dice (Gen.39).  Por ser el primer hijo de Raquel, la mujer que más amó Jacob, padre de José, había cierto favoritismo hacia él, además de que  lo tuvo siendo viejo.  Los hermanos no simpatizaban por José y estaban celosos de él, lo odiaban (V.4), pero lo que más odiaban eran sus sueños.
       Dice en el verso 5 que cierto día José tuvo un sueño y que al contarlo a sus hermanos, estos lo odiaron más todavía.  Al parecer José era algo pretencioso ya que exigía que le prestaran atención a sus sueños (V.6).  Muchas veces tenemos los sueños y queremos que la gente los adopte a la brava y eso puede desencadenar incomodidad y rechazo, por lo que hay que tener cuidado en la manera que comunicamos nuestros sueños. Pero el punto es que José soñaba y esos sueños estaban muy relacionados a una victoria económica y de poder, aunque detrás de ellos también había un propósito de Dios escondido.  Entonces viene a la mente un plan para matarlo y matar junto con él sus sueños, pues dijeron:  "Ahí viene ese soñador, ahora sí que le llegó la hora" (v.19).  Luego dijeron:  "Vamos a ver en qué terminan sus sueños".   La queja de estos hermanos no era porque José era un preferido o ñoño de su casa, la queja era porque José era un soñador.
      ¿Cuántas veces no has tenido un sueño que deseas que los demás adopten, pero no te hacen caso?  Tu sueño puede ser material  o espiritual.  Es posible que tengas el sueño de que toda tu familia conozca de Jesucristo, pero algunos intentan sabotearte, hacen lo imposible para matar tu sueño porque se sienten incómodos y molestos con lo que estás contando (V.8).  Tu sueño puede ser de realización personal (Estudios, superación etc) pero hay gente a tu alrededor que intenta matarlos y pueden ser quizás sueños de echar para delante en la economía con un proyecto o negocio, pero hay gente alrededor que intenta matarlos.  
      Es interesante que a pesar de que hay algunos que definitivamente quieren matar los sueños y que no soportan a aquel que los tiene, hay otros que lo comprenden, aprecian a la persona y hasta cierto punto lo protegen; sin embargo, debido a la presión que hay alrededor, las críticas, la envidia etc, terminan haciendo lo que la mayoría hace.  Tal fue el caso de Rubén, uno de los hermanos de José.  El verso 21 dice:  "Cuando Rubén escuchó esto, intentó librarlo de las garras de sus hermanos".  Así que ideó otro plan para quedar bien con uno y con otros.  Su intención era rescatar a José, pero no se atrevió a defenderlo frontalmente.  Es una reflexión interesante porque quizás nos comportamos muchas veces como Rubén  y terminamos arrancándole la túnica especial a alguien y echándolo en una cisterna vacía, supuestamente para ayudarlo.  Nos preocupan sus pensamientos, nos preocupan que fracasen en los intentos de lograr los sueños, nos preocupa que otros los asesinen, sin embargo entramos en el juego del sabotaje y de la doble cara.  !Sorpresa!  cuando Rubén volvió a la cisterna, José ya no estaba allí.
     Entonces, ¿En cuál de los tres puntos estoy?  ¿En el de José que siendo un soñador maravillosos trató de convencer a los demás de que asumieran sus sueños?  Soñar es bueno y creo que todos debemos hacerlo, sometiendo nuestros sueños a la voluntad de Dios. Dios nos da la facultad de soñar y creo que también la oportunidad de hacerlos realidad, pues él sabe recompensar a cada cual según su capacidad, y al igual que José, utilizará todo lo que se mueva a tu alrededor para guiarte a cumplirlos, pero toma en cuenta que debes tener la fe puesta en Dios y no simplemente en los que están a tu alrededor pensando que solo con ellos podrás lograr tus sueños.            
        Tal vez estoy en el lugar de los hermanos de José, convirtiéndome en asesino de sueños.  Me mantengo matando los sueños de los demás, ya sean espirituales o materiales; Ceño fruncido y dedo señalador:  !Eso es un disparate!  !Quién te crees que eres?, !Te volviste loco!, !Ahora te metiste a religioso!  !Eso no va a funcionar!  !Deja eso que eso no sirve!  !Eso es imposible, sé realista! etc etc etc sin analizar aquello que te están contando.  Date la oportunidad de escuchar y dale la oportunidad a aquellos que te cuentan sus sueños.  De repente son una bendición no solo para el soñador sino para tu vida también.  
      En el otro lado, puede que me comporte como Rubén:  aprecio a la persona, lo escucho, le digo que sí, pero me confabulo sin darme cuenta con los demás y termino convirtiéndome en un asesino igual que ellos.  Si hay alguien a tu lado que tiene un sueño, anímale y ayudarle.  Si ves que hay algo de arrogancia, aconséjale en amor.  Si dices que estás preocupado o preocupada por sus ideas y hazañas porque crees que son inalcanzables o tontas, entonces ve al Señor y pídele que le dirija y que abra su ojos y entendimiento, en vez de meterlo en la cisterna vacía. 
       Que el Espíritu de Dios nos guíe a toda verdad para que podamos discernir y no seamos de desánimo y aflicción a aquellos que nos rodean sino de bendición y fortaleza.

BENDECIRE A JEHOVA

    Del 17 de Septiembre 
Lectura:  Salmos 103


"Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios" (Sal 103:2).

       Hoy es el día de mi cumpleaños y pensando en todas las cosas que la vida me ha traído, me acordé de una señora que conocí en días pasados.  
      Esperando el cambio de un semáforo en una de las principales vías de tránsito, una señora en silla de ruedas se me acercó para pedirme una ayuda en dinero. Lo que me impactó de ella no fue su condición de salud, la cual por cierto estaba algo incomoda de observar, pues tenía las piernas, además de amputadas, totalmente inflamadas.  Su cara presentaba un ojo defectuoso, pero a pesar de ello, la señora de acercó a mí con una gran sonrisa.  No denotaba pena ni molestia por su condición.  Me dijo estas palabras:  "Si no tienes no importa,  habrá otra ocasión para que me des algo.  Dios es bueno y a pesar de como estoy, vivo conforme la vida que me toca vivir".  Sus palabras me dejaron perpleja.  
       ¿Y qué de mí?  ¿Estoy conforme con todo lo que Dios me ha permitido vivir?  Por su gracia puedo contestar igual que la señora.  A pesar de los momentos difíciles en la vida, Dios ha sido más que bueno, pues de todas las pruebas vividas, he podido experimentar lo que dice Romanos 8:28  "Todas las cosas me han ayudado para bien". 
      Dice el Salmo 103 "Bendice alma mía a Jehová".  El es quien rescata nuestras vidas y nos llena de favores, quien sana nuestras dolencias y que a pesar de las circunstancias que puedan estar rodeándonos nos permite saborear su justicia; Por eso debemos con acción de gracias, alabarle y bendecir su nombre, porque Jehová es Dios bueno y para siempre es su misericordia, y aún ande en valles angustia, en valles de temor, en valles de sombra de muerte, en valles de dolor, con escasez en ocasiones, con temores, Dios está en y con nosotros para mostrar su gloria y su bondad, para que podamos saber que su poder se perfecciona en medio de nuestra debilidad y que nos basta su gracia.  Es su gracia redentora la que nos sostiene y la que nos da aliento y paz.                
        Al aceptar la voluntad de Dios (Léase bien:  la de Dios), podemos recibir su gracia. Como dice  2da. de Corintios 6: 10 "Como entristecidos, más siempre gozosos; como pobres, más enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, más poseyéndolo todo".   Tal como aquella señora, pobre, pero teniéndolo todo, porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.   "Más por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo' (2da. Corintios 15:10).   
        Oración:  Señor, en este día tan especial, en el que me regalas el inicio de un año más de vida, quiero darte gracias, por todo lo que has sido para mí y por todas tus bondades y beneficios.  Mi alma te bendiga siempre  y bendiga todo mi ser tu Santo nombre, que nunca olvide ninguno de tus beneficios.  Concédeme el permanecer siempre en tu presencia y que mi corazón nunca se aparte de tu amor y mi mente de tu conocimiento.  Que la salud alcance y rebose todos los días a cada una de mis hijas, por las cuales te doy gracias, así como para mi amado esposo, complemento que me has regalado; mi madre y mis hermanos y toda la familia de la fe.  Gracias Señor, que tu luz esté siempre guiándome y la llama de tu Espíritu encendida en mí.  En el nombre de Jesús, amén.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

PREPARANDONOS ANTE LA ANGUSTIA Y EL TEMOR


Lecturas del día:  Génesis 31 y 32

 "Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos". (Gén.32:7).

A pesar de haber tenido un encuentro con Dios en Betel, Jacob era un hombre de temor.  Tres veces se menciona que tuvo miedo.  El primero ya lo vimos y era un temor sano, reverente a la presencia de Dios.  Pero la Biblia menciona otras dos manifestaciones de temor de Jacob.
La segunda manifestación se produce con Labán, su tío, pues quería volverse a la tierra de su padre y formar tienda aparte, pero temía a las artimañas de Labán y de sus engaños (Gén. 31:31).  La tercera ocasión fue antes de salir al encuentro de Esaú, su hermano (Gen.32).
A través de aquel sueño en Peniel, Dios le había hecho una promesa (28:13-15).  Al parecer a Jacob se le había olvidado; ya era un hombre de cierta edad, habían pasado muchos años luego de que salió de la casa de Isaac, su padre.  Tuvo sus 11 hijos y había prosperado, claro que tuvo que arreglárselas porque Labán era muy astuto y pretendía siempre engañarle.  Así que Jacob decide formar tienda aparte con su familia y huye de aquel lugar.  (31:17-31). 
Pero en en el camino, una vez más le salen encuentro ángeles de Dios, por eso llamó al lugar “Mahanaim” que significa “Campamento de Dios es este” (32:2).  Algo interesante es que donde quiera que Jacob se encontraba con Dios, erigía un altar o cambiaba el nombre de lugar.   Estaba consciente de que Dios era digno de recibir gloria y adoración.  Tenemos aquí un excelente hombre que reconocía a Dios y que percibía su presencia,  pero había un ingrediente que lo intranquilizaba que venía a visitarle por temporadas.  Ese ingrediente era el miedo.
Como quería volver a la casa de su padre con toda su familia y bienes,  mandó a sus siervos a inspeccionar cómo andaban los ánimos con su hermano.  Consciente de que había dañado en algún sentido a Esaú, seguramente pensaba que este guardaba, aún después de tantos años, un rencor profundo hacia él, por tanto era normal que tuviera miedo.  “¿Qué va a pasar, Esaú debe estar esperándome para matarme y acabar con mi familia”.  Y más aún, el reporte de sus mensajeros no era muy halagüeño: “Tu hermano viene al encuentro con 400 hombres” (32:6).  “¿Para qué tantos hombres?  Seguramente se ha enterado de que voy en camino y viene a vengarse. Es posible que no me haya perdonado”.   Pero algo extraordinario sucedió.  En medio de ese miedo, Jacob comienza a prepararse.   ¿Nos preparamos nosotros a pesar del miedo?  ¿Cómo podemos prepararnos ante circunstancias desfavorables de la vida que nos traen angustia y temor?
Así que Jacob se preparó e hizo lo siguiente:
No.1 Clamó al Señor,  al mismo Dios que se había encontrado  en Peniel y en Mahanaim y que había hecho pacto con él (32:9-11).  Pidió a Dios que lo librara. No dijo: “Esaú está equivocado, eso sucedió porque tenía que pasar, yo simplemente aproveché la coyuntura y me ayudé.  Además fue mi madre que me dijo que lo hiciera”.  No se justificó ni tampoco se dispuso a pelear con su hermano.  Por eso dividió el campamento en dos diciendo, si hiere a uno, el otro podrá escapar (32:7-8).  Jacob también reconoció su debilidad; dijo: “Tengo miedo” e hizo una confesión de eso delante de Dios. ¿Reconocemos y presentamos en oración a Dios cuál es nuestra debilidad?
No.2  Se acordó de la promesa.  Jacob tenía miedo y en el tiempo del clamor recordó aquello que Dios le había prometido (32:12)  “Y tú has dicho…”.  Si Dios nos ha dado su palabra, nútrete de ella, clama a él y en el tiempo del clamor esa palabra vendrá a ser de descanso a tu alma.  Jacob sabía del poder de Dios y por eso tuvo temor en Peniel y recordó entonces que tenía un aliado que podía ayudarle a salir de esa situación.  ¿Recordamos nosotros quién es nuestro aliado? ¿Con quién estoy contando yo en el tiempo de la prueba?  Dice el Salmo: 50:15 “Invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrarás”, Pero además dice que Jacob durmió aquella noche.  Parece que tenía días sin dormir, preocupado por el desenlace de ese encuentro.  Pero luego del clamor y de  acordarse de la palabra del Señor, pudo descansar.
No.3  Restituyó y pagó un precio.  Este temor de Jacob estaba muy relacionado a la falta de perdón.  Así que buscó la manera de restituir el daño a su hermano Esaú con presentes. Jacob estaba arrepentido, estaba triste porque tuvo que separarse de su casa en enemistad con su hermano por muchos años”.  Toda acción trae una consecuencia, aun esta acción Dios la use luego para su gloria y sus propósitos.  Jacob fue y preparó no uno, sino varios presentes para Esaú  (V.19-20).  Buscaba por sobre todas las cosas ser perdonado.  Este es un dato interesante.   Ambos tenían el mismo derecho. Ambos eran hijos de Isaac, no tenía él por qué hacerlo, pero pienso que Dios puso esto en su corazón lo siguiente:  “le hiciste mal, así que restitúyelo”.  Cuando hacemos mal a alguien ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a buscar el perdón de manera insistente.  Hasta qué punto estamos dispuestos a resarcir o restituir ese daño?  Y Jacob pensó: Voy a hacer todo esto, quizás le seré acepto.  Tal vez logre que me perdone, tal vez él vea mi deseo.  El deseo no mostrado solo con palabras sino con hechos.  No es solo decir:  Hay hermanito mira, perdóname, yo sé que te engañé…, No.  Fue un perdón solicitado con dotes, con hechos tangibles.   
¿Con cuáles hechos muestro yo mi arrepentimiento? A mis padres, a mis hermanos, a mi esposa o esposo, a mis hijos, al vecino…..  Si antes llegaba tarde a casa, digo que estoy arrepentido(a), pero llego más tarde;   si antes no estudiaba ahora estudio menos; si lo murmuré no he hecho nada para limpiar su honor; si le fui infiel, no he dado frutos delante de él o ella, no le he reivindicado…  ¿Cómo muestro yo al señor que me ha perdonado tanto que realmente estoy arrepentido(a)? ¿Estoy dispuesta a servirle con devoción y a dejarme usar por él?
Jacob entonces descansó de aquella angustia y dijo a Esaú:  "Lo importante aquí, es que me he ganado tu confianza".

miércoles, 29 de agosto de 2012

UNA GRAN BENDICION EN BETEL


Lectura del día:  Génesis 28

"Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero" (Gen. 28:19).

Dios había hecho una promesa a Jacob, a través de un sueño.  Había prometido que no lo dejaría solo y que le iba a bendecir.
La Biblia dice que Jacob tuvo miedo.  En tres circunstancias se habla del miedo de Jacob. Esta primera está relacionado al sueño de las escaleras en Betel,  al reconocer que Dios estuvo allí.   
¿Por qué tuvo miedo?  En este caso, creo que era un temor natural y reverente a la presencia de Dios.  Salmos 114:7 dice:  "A la presencia de Jehová tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob".  Una escalera es algo que conecta y evidentemente el Señor estaba haciendo una conexión con Jacob.  
Hoy en día el Señor utiliza una vía para conectarse con los seres humanos, la cual es casa de Dios y puerta del cielo, llamada Iglesia, pero no solo me refiero al grupo de personas que la conforman (que es aplicable) sino al espacio físico destinado para la reunión del grupo. No obstante, hay muchas personas que tienen mucho miedo a este lugar. Hay temor reverente y hay temor de espanto.  Hay personas que tienen miedo de la presencia de Dios, de que su poder les sea manifiesto.
Cristo es el camino y su iglesia es una escalera o vía que nos conecta.  Dios no vino al lugar porque la tierra era sagrada sino que se hizo sagrada porque Dios vino a visitar a Jacob en sueños en aquel lugar.  Bet-el significa "Casa de Dios"; Podemos notar que antes de la aparición en el sueño, era simplemente un "cierto lugar" (Verso 11) en el que Jacob decidió pernoctar porque ya se oscurecía  y necesitaba dormir.  Hasta ese momento este era un lugar común y corriente de la zona cuyo nombre anterior era "Luz", que dicho sea de paso significa "lugar de revelación".  En esa tierra común y corriente, Dios se le revela y pasa a ser entonces Casa de Dios y puerta del cielo.  
Dios habita en nuestros corazones y el corazón y la vida deben ser un Betel siempre, sin embargo, no todos los lugares que visitamos y en los que permanecemos nos ayudan a mantener una vida como un Betel.   Solo la unidad con el cuerpo de Cristo, la iglesia, nos mantiene en un constante estado de comunión (Por lo menos ese es su trabajo permanente).  ¿Se ha revelado Dios a tu vida?  ¿Hay algún lugar en el que hayas sentido la presencia y el poder de Dios de forma genuina?  
Yo agregaría que también la iglesia es el lugar donde puedes tener sueños visitados por Dios.    Dice la Biblia que Jacob soñó y a través de ese sueño se le manifestó la gracia y la promesa de Dios.   Hay muchas personas que andan soñando y soñando pero no dejan que sus sueños Dios los intervenga.  ¿Qué sueñas para tu vida?  ¿Cuáles son tus objetivos, tus deseos?   ¿Están siendo tus sueños visitados o intervenidos por la presencia de Dios? 
 Es también en Betel donde se recibe una grande bendición.  La promesa de Dios para Jacob se manifestó en ese lugar, así que él se levantó, ungió la piedra que utilizó de cabecera y la levantó por señal.  Allí Jacob construyó un pequeño santuario como señal del pacto entre él y Dios.  Jehová le dijo:  "Te bendeciré y estaré contigo, te guardaré por dondequiera que fueres, no te dejaré".  La iglesia es un lugar en donde podemos confirmar pactos con Dios.  La presencia de Dios es manifiesta en todo y cualquier lugar, pero no siempre nos dejamos nosotros acompañar de ella.  
Jacob exclamó:  "Ciertamente Dios habita en este lugar y yo no me había dado cuenta" (Verso 16) y dice que tuvo miedo diciendo !Cuán terrible es este lugar! Pero no terrible por ser un lugar malo, sino que lo que quiso decir fue !Cuán imponente es este lugar!  Así es la la casa de Dios:  !Imponente!  Por eso las puertas del Hades no prevalecerán en su contra (Mateo 16:18) y aún así hay personas que pasan por su frente o por sus puertas sin darse cuenta de que la presencia de Dios está allí; no lo saben.
Dios es quien edifica la iglesia por su visita y presencia en el lugar.  Cristo es la piedra angular que edifica como lo dice el Salmo 118:22 y Mateo 21:42;  y qué curioso que Jacob puso su cabeza precisamente sobre una piedra, la cual luego ungió y levantó, tal como Cristo fue ungido y levantado luego en la cruz del calvario como señal.  No es tal curiosidad, sino que son los propósitos de Dios cumplidos a la perfección en una cronológica secuencia sin igual.
Entonces ¿Por qué tenerle miedo a la casa de Dios?  ¿Por qué temerle a la manifestación de su presencia?  Ojalá que el temor que esté en tu corazón sea aquel reverente y de reconocimiento  de su poder que es el que da sabiduría y no propiamente de susto o cobardía, ya que ese miedo te aleja de su presencia, en la cual hay delicias y plenitud de gozo.  Te invito a que puedas llegar a ese lugar, ese Betel, recostar tu cabeza en la piedra que es Cristo Jesús y conectarte con Dios.   Levántate y sube a Betel, casa de Dios y puerta del cielo; de seguro que tienes una bien cerca.  



DESDE EL CORAZÓN