La suma de tu Palabra es verdad, y eterna
cada una de tus justas ordenanzas.
Salmos 119:160
No cabe duda de que la voluntad de Dios para nuestras vidas está
contemplada en su Palabra. Nuestro gozo y bienestar dependerá en gran medida de
la obediencia a ella. "En tus mandamientos meditaré; consideraré tus
caminos", dice el Salmo 119:15. Cuando estudiamos La Palabra y
crecemos en ella nuestra vida empieza a regirse por sabias decisiones. No
significa que no fallemos, pero aun en medio de las dificultades y metidas de
pata podemos encontrar una salida en Dios.
La meditación en La Palabra es algo que debe ser deseado porque es
el eje fundamental de la vida cristiana. El Salmo 119 es uno de los
relatos bíblicos que presenta todas las áreas en las que La Palabra de Dios
obra en el ser humano. El Rey David David establece que a pesar de sus
múltiples ocupaciones como rey, los mandamientos y la ley de Dios constituían
una prioridad en su vida. David estaba consciente de que los estatutos y
mandamientos de Jehová no podían compararse absolutamente con nada; su gozo
estaba contemplado allí, sus decisiones, la emisión de sus juicios y lo que
salía de su boca. Era evidente que la ley de Dios brotaba de su corazón.
Por todo esto aprender La Palabra de Dios es tan importante, y no es un libro cualquiera que se lee solo en ocasiones especiales o cuando hay una dificultad. Tener el salmo 91 abierto en la sala de la casa no significa que guardamos la ley de Dios. Recuerdo que cuando era una niña, en la escuela dominical se nos
hacía memorizar los versos de la Biblia. Otra manera de aprenderlos era
mediante cánticos. Me sorprende escuchar a madres decir que la Biblia es muy difícil para que un niño la aprenda o para que memorice
versos, sin embargo, esos mismo niños son bien doctos para manejar aparatos
electrónicos de alta generación. Le prestamos y le compramos tablets, ipods, celulares inteligentes,
pero nos despreocupamos en instarles a manejar lo que determinará su rumbo en
la vida y lo que los guiará a la salvación.
Septiembre es el mes de La Biblia. Creo que es maravilloso
contar con esta celebración, muy oportuna para recordar que La Palabra de
Dios es la suma de toda la verdad y que cada una de esas ordenanzas son justas
y eternas. Que nunca se aparte de nuestra boca este libro de la ley, que
sea la meditación de ella la que nos lleve a obrar con justicia, con obediencia
a Dios, y nuestra boca se llene de ella para que de la abundancia de lo que
haya en nuestro corazón hable nuestra boca y se guíe nuestra vida.
Dios te bendiga.
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