La mayoría de las personas le pedimos a Dios por diversas situaciones que enfrentamos en la vida. Si somos creyentes, generalmente decimos: "que sea la voluntad de Dios", pero aunque es correcta esta actitud, nuestros hechos y decisiones podrían declarar totalmente lo opuesto, y no me refiero a quedarse sin hacer nada, todo lo contrario, me refiero al que al quedarnos cruzados de brazos y consentir un asunto podríamos ignorar lo que Dios espera que hagamos.
Hace unos días una joven me comentaba su caso con su novio. Al escuchar la historia le pregunté: ¿Si fuera yo la que estuviera en tu situación, qué me aconsejarías? y me respondió: "que eso no le conviene, que lo deje". Así que de inmediato le dije "Pues ¿qué esperas para dejarlo?".
El sentido del maravilloso y oportuno TIEMPO DE DIOS tiene, junto con EL VALOR DE LAS PERSONAS, el poder de cambiar un rumbo. Hay personas que ante sus tragedias de vida suelen decir "esa fue la voluntad de Dios", pero difícilmente admitan que son consecuencias de su falta de valor o sus propios errores.
En la Biblia vemos historias como la de Esther, cuyo valor en el tiempo que Dios destinó la llevó a tomar una radical decisión *Y si perezco que perezca" (Esther 4:16); su ayuno estuvo acompañado de una fuerte decisión y con esa temeraria acción junto a su confianza en Dios pudo salvar al pueblo judío de las intenciones de Hamán y del decreto del rey Asuero. Lo veo en Josué, que su valor en el tiempo determinado por Dios le dió las fuerzas para tomar a Jericó, luchar contra los amorreos y otros reyes, y finalmente llevar al pueblo a la tierra prometida. La valentía de Nehemías pese a las intenciones de sus adversarios Tobías, Sanbalat y Gesem, sujetas al tiempo de Dios le permitieron concluir la obra iniciada de la reconstrucción del templo; Nehemías fue un verdadero hombre de acción. ¡Qué decir de David! se enfrentó al gigante Goliat por su propia decisión sujeta al tiempo en el que Dios lo colocó. A Juan el Bautista le cortaron la cabeza, pero hizo lo que debía hacer. Pablo, Deborah, Jael, son otros ejemplos de decisiones valientes y radicales en el tiempo preciso.
La pregunta para nosotros es si estamos dispuestos a actuar con valentía y arrojo en el momento preciso que Dios nos permite vivir determinada situación. ¿Te ha puesto Dios en un momento o circunstancia para que te quedes solamente observando y esperando? ¿Estaremos dispuestos a tomar decisiones RESPONSABLES en la vida? Solemos decir que Dios tiene el control y que estamos bajo su voluntad, pero a veces nos ponemos en una actitud irresponsable pensando que con decir esa frase ya todo está resuelto. Dios puede permitir situaciones precisas en nuestra vida en donde será necesario actuar y también de esa manera él puede usarnos. De nosotros dependerá si procedemos con la valentía necesaria para cumplir ese propósito o si salimos huyendo y nos escondemos, quedándonos solo como espectadores de lo que está ocurriendo.
Y como dice un pastor amigo "y recuerda, que la vida es un privilegio", a eso yo le agrego "no la desperdicies, usa la cabecita que Dios te ha puesto para pensar bien". Bendiciones.
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