Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efesios 4:15-16
La perspectiva es la manera en cómo podemos visualizar las cosas desde un ángulo especifico. Nos permite recrear una posición en relación a un objeto o a un suceso en particular. Los artistas utilizan la técnica de La Perspectiva para lograr una panorámica detallada de lo que transmiten a través de su arte, incluso admiten los llamados "errores de perspectiva", sin embargo, esos errores hacen que la obra sea más genuina, aportando realidad y profundidad.
En lo que respecta a la vida cristiana hay una forma de ver cada cosa y esa perspectiva debe estar cimentada en una sola persona: "Cristo-Jesús". Toda la vida cristiana se resume y se establece sobre ese nombre. La vida del creyente debe estar basada en estas palabras: "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2). Tu vida en fe inicia con la mirada puesta en Jesús, tu vida de fe debe continuar con la mirada puesta en Jesús, en obediencia a los líderes que se han dispuesto, pero sin perder la perspectiva que viene de Dios.
Naces como creyente, vives como creyente y mueres como creyente EN JESÚS. Gracias a Dios por la vida de aquellos hombres y mujeres que sirven al llamado entregando sus talentos, tiempo y amor, sin embargo, no somos los dueños de la obra, sino Cristo. Muchas veces el vínculo que se crea entre los líderes y el cuerpo de Cristo es tan fuerte que es difícil aceptar que un día esos líderes ya no estarán, pero también se da el caso de que miramos tanto lo que el ser humano hace o deja de hacer que, perdemos el enfoque y la razón por la que estamos unidos en la causa de la fe. Colosenses 1:17-18 lo declara: "Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía".
Eres salvo por Jesús, tienes paz por Jesús, tu culpa del pecado fue quitada por Jesús, tus oraciones cada día son puestas delante de Jesús, de la muerte eterna a la que estabas condenado fue Jesús quien te libró en la cruz, él te trajo al lugar donde estás congregando por su gracia. Él es el dueño de la obra, él es el Padre.
Jesús es el Buen Pastor por excelencia, por tanto, permanezcamos en la unidad perfecta de su amor, como ovejas que prestan atención a su voz y le siguen. Que los cambios no detengan tu fe, todo lo contrario, que sean un pié de lanza para avanzar más y cimentar tu corazón en la obra de Dios, sabiendo que tu trabajo no es en vano. Si queremos avanzar como creyentes, necesariamente debemos poner la mirada únicamente en el consumador de la fe.
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