Y cualquiera que dé de beber tan solo un vaso de agua fría a uno de
estos pequeños porque es discípulo, de cierto les digo,
de ninguna manera perderá su galardón.
estos pequeños porque es discípulo, de cierto les digo,
de ninguna manera perderá su galardón.
Mateo 10:42
Hay muchas acciones dignas de admirar. En el mundo existen organizaciones que aportan recursos para niños discapacitados, enfermos de cáncer, para el avance en la educación, en fin, una gran cantidad de necesidades. Sin embargo, hay una acción muy sencilla que el mismo Señor Jesucristo exalta como la más nobles de las acciones: Un vaso de agua fría.
¿Cómo es que un vaso de agua fría puede ser tan importante para Dios? Es algo simple, común, del día a día. Pudiéramos decir que dar millones a una entidad que combate la desnutrición o la esclerosis debe ser más loable que dar un vaso de agua a uno que tiene sed.
A veces pensamos que tenemos que hacer grandes obras para agradar a Dios y ayudar a los demás, pero son esas pequeñas obras las que nos muestran el amor y si realmente esos hijos de Dios que nos rodean son de valor y estima para nosotros. Esto me recuerda al vaso de agua que le sirve la hermana diácono al pastor los domingos en la mañana antes de predicar, que a propósito, si esa hermana falta por cualquier causa es posible que nadie más se acuerde de llevárselo. Un vaso de agua es cualquier cosa sencilla que damos a aquellos que dependen de la gracia divina del maestro y salvador, es el que se le brinda a quien no tiene que darle de beber a su familia; una ofrenda de amor es un vaso de agua fría que trae refrigerio para aquellos que se encuentran en necesidad.
Hace unos días recibí una ofrenda de una familia que, aun en medio de su necesidad sacó ese vaso de agua fría para refrescar a mi familia. Es probable que no podamos cubrir todas las necesidades de alguien, tal vez algún hermano en la fe o algún familiar, pero si tan solo le extendemos un vaso de agua fría y vemos su necesidad en medio de la nuestra, al menos estaremos siendo usados para calmar un poco de su sed y daremos refrigerio a su vida. Es seguro que quien hace esto de ninguna manera perderá su galardón, por cuanto el Señor así lo ha dicho. Sin esas acciones simples y sencillas todo sería diferente y por eso el Señor la exalta cual la acción más grande que se pudiera hacer en el mundo.
Hace unos días recibí una ofrenda de una familia que, aun en medio de su necesidad sacó ese vaso de agua fría para refrescar a mi familia. Es probable que no podamos cubrir todas las necesidades de alguien, tal vez algún hermano en la fe o algún familiar, pero si tan solo le extendemos un vaso de agua fría y vemos su necesidad en medio de la nuestra, al menos estaremos siendo usados para calmar un poco de su sed y daremos refrigerio a su vida. Es seguro que quien hace esto de ninguna manera perderá su galardón, por cuanto el Señor así lo ha dicho. Sin esas acciones simples y sencillas todo sería diferente y por eso el Señor la exalta cual la acción más grande que se pudiera hacer en el mundo.
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