Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. (Proverbios 3:6)
Una hermana querida comentó en una fotografía de grupo: "Somos felicesssss" e inmediatamente pensé en la felicidad. ¿Qué es ser feliz? Lo que decía la hermana: compartir con los seres amados, con los que están a la distancia, estrechar o abrazar a un ser amado. Somos felices cuando somos libres para amar, libres para brindar un servicio a aquellos que nos necesitan.
Y a mí ¿qué me hace feliz? Soy feliz si puedo aconsejar a alguien y ese consejo surge un efectivo positivo. Soy feliz si amanece un día más y puedo disfrutar una tasa de café sentada en el 4to piso de mi hogar mirando el cielo azul, escuchando la melodía de una alabanza de gratitud. Soy feliz, cuando puedo abrazar a mi madre y proveer parte de sus necesidades, cuando puedo ver el rostro de alegría de mis hijas cuando logran algo que se han propuesto o han anhelado, cuando puedo ver una serie de los 80 junto a ellas porque ellas la encuentran tan interesante como yo en mis años mozos. Soy feliz cuando veo mis hermanos de la fe gozarse en la presencia de Dios y adorarle con libertad, sabiendo que he sembrado algo allí que ha dado su fruto. Agradecer a Dios me hace feliz. La amistad me hace feliz. Soy feliz cuando puedo visitar a mi abuelita con algo en las manos para ella y verla con su mente lúcida a sus 102 años. Soy feliz cuando pienso en mi niñez y mi padre con su guitarra en mano nos convidaba a cantar todos juntos encima de su cama. Soy feliz cuando comparto con mis amigas amadas que son como mis hermanas y con mis hermanas amadas que son como mis amigas. Soy feliz cuando mi esposo se queda una mañana en casa y hace cuentos con las niñas, cuando solo nos sentamos a mirar el cielo o cuando tomamos juntos una tasa de café para mirar de cara al futuro o caminar por las calles sin tener nada más que resolver; su solo abrazo me hace feliz. Soy feliz cuando puedo dar a mi familia de comer porque Dios ha provisto algo, aunque no sea el mejor manjar que los hombres consideren. Me siento feliz cuando puedo pagar algo que debía, porque la gratitud me salta el corazón y me deja ver que todo tiene solución. Soy feliz cuando puedo ver que la Palabra de Dios se expande trayendo transformación a una vida que andaba perdida y sin rumbo. Soy feliz si al menos uno más de mi nación escala un peldaño para vivir dignamente.
Soy feliz cuando encuentro la fe, cuando se abre una nueva esperanza, cuando veo mis hijas disfrutar juntas como hermanas sin discusiones, aunque sé que las discusiones son parte de su crecimiento. Soy feliz cuando puedo con libertad decir lo que pienso sin que nadie me condicione o me manipule. Soy feliz cuando puedo demostrar el amor al prójimo sin que nadie se ofenda porque crea que estoy interesada en algo, cuando puedo abrazar con libertad sin importar quién sea, porque solo Dios conoce el corazón de aquellos que damos sin esperar retorno. Soy feliz cuando puedo tratar a alguien amablemente, cuando teniendo algo tengo la capacidad de poder compartirlo. Soy feliz cuando puedo escuchar una vieja canción que me trae gratos recuerdos, cuando puedo ser quien soy aunque muchos quieran que yo sea quienes ellos esperan.
Poder ser quien verdaderamente soy me hace feliz, pertenecer a esta patria de Dios y de Duarte me hace feliz, moverme con libertad me hace feliz, un abrazo noble me hace muy feliz, una canción me trae felicidad y el amor sin reprensiones por aquellos que son parte de mi vida me hace muy feliz. La voz de Dios cuando a través de su Palabra me revela algo me hace feliz, adorarle me da paz y me hace feliz; y su presencia, que es más dulce que la miel, me hace ser muy, pero muy feliz. Y tú, ¿has pensado en lo que te hace feliz?
Feliz 2016
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