lunes, 5 de mayo de 2014

UNA FAMILIA DE FE


...para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.  La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.  Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
San Juan 17:21-23

Recientemente varios miembros de nuestra congregación han tenido que partir hacia otros países por motivos de residencia, laborales, ministeriales, etc.  Ciertamente para los pastores es de mucha tristeza tener que dejar a sus ovejas partir  hacia algún otro lado; sobre todo, si son de esas ovejas con las que siempre se pueden contar:  laboriosas, dispuestas y de gran capacidad de amor y de trabajo en la obra de Dios.

La iglesia es una especie de familia.  De hecho, pertenecemos a la familia de Dios.  Cuando llegó la hora de ser glorificado en la cruz, Jesús pidió al Padre celestial que unificara a los suyos, no solo los que andaban con él en ese entonces, sino a todos aquellos que creyeran por la palabra de ellos y eso incluye a la iglesia de hoy en día.  Dijo:  "Para que sean perfectos en unidad".   

Pienso en el movimiento de una familia en sentido general.  Una familia se ama, una familia se apoya, una familia comparte, una familia tiene intereses comunes; pero también una familia riñe, discute, en muchas ocasiones no están los miembros de acuerdo, a veces un hermano quiere algo que otro hermano tiene o un hijo desea algo que el padre de la casa no puede proveer en ese momento.  Y esto es es lo que la hace familia:  QUE A PESAR DE TODO LO QUE PUEDE OCURRIR ALLI, ELLOS PERMANECEN SIENDO FAMILIA.  Usted no puede dejar de pertenecer a una familia solo porque no está de acuerdo con algún miembro de ella.

Dios nos ha provisto de una familia espiritual.  Habrá momentos de dificultades, de sin sabores, de desacuerdos, pero también en esa familia hay apoyo, oración, identidad, hay amor y fe.  En la iglesia primitiva también ocurrían inconvenientes y desacuerdos, pero ellos permanecían en unidad a pesar de las circunstancias.  Los seres humanos somos dados a recordar las malas experiencias, pero olvidamos con mucha facilidad aquellas experiencias buenas y memorables:  como cuando hubo alguno enfermo y fue visitado, como cuando alguno tuvo escasez de un bien y le fue suplido, como cuando hubo una situación en la familia carnal y los hermanos estuvieron apoyándole, como cuando un hijo estuvo preso y se le brindó la ayuda y el sostenimiento espiritual, como cuando alguno deseaba un trabajo y la oración de fe de sus hermanos impulsó esa provisión de trabajo, como cuando alguno perseguía una meta y la consiguió en medio de  su congregación y las orientaciones de su pastor.

La familia de fe es grande.  Hoy recibí una foto maravillosa en donde tres  miembros que han tenido que salir de la casa a otros lugares se reunieron, y luego de un tiempo sin verse estuvieron compartiendo.  Solo Dios conoce el tiempo y los propósitos.  Para mí fue un gozo saber que no importa el lugar donde vayamos, no importa el lugar donde Dios nos mueva, siempre seremos una familia de fe.  !Qué bueno es saber que si estás en New York, en Europa, en Francia, en Africa, perteneces a una gran familia de fe!  Eso solo lo hace Dios.  Por eso el Salmo 133 dice:  

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.   

Te ánimo a que ores por tu familia de fe, que no te vayas de tu familia por cualquier cosa.  La familia es la familia no importa la circunstancia por la que esté pasando.  Puedes molestarte, enojarte y no estar de acuerdo, pero no renuncies a tu familia.  Ocúpate de recordar todo lo bueno que Dios te ha provisto a través de ella y agradece a Dios porque en esa familia recibiste la salvación, la bendición y la vida eterna.


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