Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros
con ellos (Lucas 6:31)
Que nos hagan a nosotros como queremos, es un deseo muy natural. Es fácil para nosotros decir esta frase, más cuán difícil es ponerla en práctica. En este pasaje de Lucas cap. 6, el maestro nos habla acerca del amor y de la llamada regla de oro. San Mateo hace mención de este mandato en el cap.7 y lo unifica a la acción de pedir y recibir departe del Padre celestial.
La regla de oro es la clave de la vida cristiana. En la medida que consideramos a los demás como nos gusta que nos consideren y tratamos los demás como nos gustan que nos traten, podemos decir que estamos creciendo en el conocimiento y la voluntad de Dios para nuestras vidas. Si sólo hacemos lo considerado y bueno con aquellos a quienes amamos, ¿qué recompensa obtendremos? Por eso la regla de oro está basada en la misericordia y es a la vez un acto de humildad.
En estos tiempos en que la autoestima está tan de moda, el amarse a sí mismo es parte de los discursos que la mayoría de los expertos en conducta tratan de inculcar y en el que, la información a través de las redes nos lleva a querer ser tomados de alguna manera en cuenta, aunque sea colgando una foto en FB para que todos la vean, debemos detenernos y pensar en esto que Jesús nos dice a través de su palabra. Muchos te dirán que eres un estúpido, que no sabes valorarte a ti mismo o que no te estás dando tu lugar. Aplicar la regla de oro significa que cuando hay un banquete yo dejo que otro se sirva primero, aplicar la regla de oro significa que como no me gusta que me hablen mal, yo no andaré hablando mal a los demás; significa que voy a ser condescendiente con otros, que seré amable y que com dijo el apóstol Pablo, considerare a los demás como superiores a mi (Filipenses 2:3) . Significa que voy a servir una comida como me gusta que me la sirvan, voy a contestar como me gusta que me contesten, que no voy a juzgar a los demás con ligereza porque a mi no me gusta que me anden juzgando así como así, en fin, lo que quiere decir esta CLAVE DE VIDA es que me voy a poner en el lugar del otro.
Dios te bendiga.
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