"Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis
de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
con toda humildad y mansedumbre, con paciencia,
soportándoos unos a otros en amor.."
Efesios 4:1-2
Cuando salimos diariamente a la calle, nos da la sensación de que vivimos en medio de una sociedad que no tiene tolerancia. La gente grita en el tráfico, en las cajas de supermercados clientes contestan de mala manera a la cajera, en el salón de belleza se discute por los turnos sin investigar quién llegó primero, en fin, es como si las personas olvidaran que no viven solos y la individualidad va abriéndose paso de una manera acelerada.
El mundo es cada vez más individualista, algo paradójico en un mundo de REDES. Se supone que las personas deberían socializar más, pero aun en estos medios creados para que las personas socialicen el interés de sobresalir individualmente es sumamente marcado. Hacemos una publicación y nos preocupamos porque todo el mundo la observe y le otorgue un "like". Es algo a lo que no escapamos (Me incluyo diez veces).
El diccionario define "La tolerancia" como "La actitud que respeta las opiniones, ideas o acciones de las demás personas aunque no coincidan con las propias". La paciencia es definida así "Calma o tranquilidad para esperar" y "Capacidad de tolerar adversidades o cosas molestas, ofensivas o con la que estamos en desacuerdo, con fortaleza, tranquilidad y sin quejarse ni rebelarse".
La Biblia nos habla en distintos pasajes sobre paciencia y tolerancia. En el Capítulo 4 de Efesios claramente se nos pide que seamos pacientes y tolerantes unos con otros en amor, con toda humildad y mansedumbre. La falta de tolerancia y de paciencia son actitudes que se reflejan desde tiempos antiguos, no es nada nuevo. Dios nos pide que seamos benignos, que mantengamos la templanza y la paciencia de unos sobre otros. No significa que vamos a apoyar aquellas cosas que riñen con las buenas costumbres o que son pecaminosas o que traen dificultades a la sociedad. Al hablar de tolerancia y de paciencia debemos ver primeramente en nuestra propia casa, con nuestros hijos, cónyuges, vecinos. Esas personas con las que cada día interactuamos. Cultivar paciencia y tolerancia es seguir amando a las personas tal y como son, y cuando vayamos a corregirlas (porque habrá que hacerlo en algunas circunstancias), hacerlo con el debido respeto que cada ser humano merece. Al hacerlo con los más cercanos, podremos manifestarlo en toda la sociedad.
Dios te bendiga.
IR A: INSTAGRAM
No hay comentarios:
Publicar un comentario