martes, 22 de noviembre de 2016

AQUELLO QUE PRODUCE PAZ

En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.
Santiago 3:18

Producir una cosecha de paz en un mundo de tanta turbulencia parecería imposible.  Dios en su infinita gracia, sabiendo que se puede conseguir la paz aun en medio de cualquier tormenta nos hace la invitación para poseer su paz que sobrepasa todo entendimiento.  Él nos pide que busquemos la paz por lo que es nuestra responsabilidad.

Una forma de conseguir la paz es sembrando y produciendo frutos de justicia.   En la vida suelen acontecer situaciones en las que debemos tomar decisiones, pero si esas decisiones no son tomadas en un justo obrar de manera responsable terminarán siendo un tormento para nuestra vida y la vida de quienes nos rodean.  Aquello que NO produce paz no viene de Dios, pero es bueno saber que la paz no será nunca la ausencia de tormentas.  No es cierto que cuando viene una tormenta la gente se queda de brazos cruzados, siendo así la situación empeoraría. Al anunciarse un huracán las autoridades y los habitantes se dinamizan para hacer la parte que les corresponde, de lo contrario la situación se volvería caótica.  Cristo como máxima autoridad es el que mejor nos puede guiar en las tormentas de la vida, pero es seguro que algo tendremos que aportar.  Las situaciones que nos inquietan, nos preocupan o nos entristecen no deberían tener más autoridad sobre nosotros que la obra redentora que Cristo hizo a nuestro favor.  

Me acuerdo siempre de una joven que quería abortar, estaba muy confundida, no había paz en ella no solo por miedo a la responsabilidad que le esperaba, sino por la lucha desatada en su interior. Mientras el chico y gran parte de sus amigas la instaban a abortar para "conseguir tranquilidad", la confusión la asediaba, pero finalmente decidió tener a su bebé y se dio cuenta de que haber obrado en justicia le devolvió la paz y hoy goza de una princesa hermosa que la llena de alegría.

Muchos piensan que huir de los problemas les traerá paz, sin embargo, la paz consiste en hacer las cosas a su tiempo sin estar ansiosos.  Si en medio de cualquier decisión nos sentimos confusos entonces no habrá paz en el interior.  La sabiduría que viene de Dios es pura, pacífica, benigna, es imparcial y sincera, está llena de mansedumbre y no porta con ella incertidumbres ni hipocresías (Santiago 3:17).  ¿Estás confuso o turbado?  Toma la decisión correcta y traerás frutos de reposo a tu vida;  te colocarás en una habitación segura aunque otros no entiendan o no estén de acuerdo; habitarás en moradas de paz porque el efecto de la justicia será la paz, pues Dios no es un Dios de confusión sino de paz (1ra corintios 14:33).   "Y el mismo Señor  de paz os dé siempre paz en toda manera.  El Señor sea con todos vosotros".  Amén.

martes, 1 de noviembre de 2016

SALMOS 100

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.


Hoy quiero compartir con ustedes uno de los Salmos más hermosos de la Biblia.  Me gustaría desglosar cada una de las acciones expresadas en  el Salmo 100.  La primera es Cantad, pero no solo cantar, sino que nos instruye a hacerlo "alegres".  La segunda acción es servir y también nos exhorta a hacerlo con alegría.  Cuando servimos a Dios y lo hacemos con rebeldía o molestos dejando que la incomodidad nos cubra, el servicio pasa a ser una acción sin sentido.   Podemos estar todas las semanas en el templo, caminar miles de kilómetros, hacer cualquier tarea en la obra, pero si no tiene el sello del amor y de la alegría se vuelve un servicio obligatorio que no nos deja ninguna felicidad y no es lo que Dios desea.

Venid es la tercera acción y la manera de hacerlo es con "regocijo". Es un hecho que no podemos entrar a la presencia de Dios con raíces de amargura, antes debemos poner esto a cuenta para que la acción de alabarle fluya sin obstáculos.  La cuarta acción es Reconoced, es decir, sepan y declaren que Jehová es Dios y que él fue quien nos creó, somos su pueblo y ovejas de su prado.  Es interesante que esta invitación es libre y gratuita.  Algo erróneo que los hombres solemos hacer a menudo es  determinar quiénes pueden ser del redil y quiénes no, pero no hay  una acepción aquí, cualquiera puede ser recibido para ser parte del redil del Salvador. 

La quinta acción es Entrad.  Me encanta esta parte porque hace una invitación a que entremos a la casa del Señor con acción de gracias y desde los patios lo hagamos con alabanza.  La acción siguiente es Alabadle, seguida de Bendecid, expresando una vez más la continuidad.  Alabar a Dios es algo continuo que no debemos parar de hacer.  Al alabar a Dios reconocemos su poder y su gloria.  La invitación a bendecir su nombre es un llamado a que coloquemos frente a nuestros ojos, mente y corazón las tantas razones y motivos que tenemos para agradecerle.  Si usted lo piensa detenidamente hay muchas razones por las cuales dar gloria a Dios.  El Salmo concluye con una declaración acerca de la bondad de Jehová y de su misericordia que es para siempre.  Su verdad no tiene sombra de variación, sino que es la brújula eterna que guía por todas las edades y tiempos. 

Definitivamente que al servir es probable que Dios no tome en cuenta las horas ni el tipo de servicio que realicemos, pero lo que sí tomará en cuenta es la actitud y la motivación que tuvimos para hacerlo. Verdaderamente que con el Señor sí que podemos afirmar  "Él tiene todos los derechos reservados".  





DESDE EL CORAZÓN