Hacerlo todo decentemente y en orden.
1ra Corintios 14:40.
¿Se ha detenido observar cómo están colocadas
sus cosas? ¿Le pasa que alguien siempre está recogiendo lo que usted deja
tirado por doquier? Cuándo necesita rápidamente un objeto o un documento ¿está
completamente seguro en dónde lo puedo encontrar? ¿Las ordenes que da a otros están sustentadas
en lo que de antemano usted ha organizado al menos mentalmente?
Ordenar requiere de bastante disciplina,
porque es un tiempo que las personas no están dispuestas a invertir. El
desordenado cree que si se detiene 3 o 5 minutos a colocar las cosas en su
debido lugar está perdiendo tiempo; sin embargo, el orden va muy de la mano de
la planificación. Quien es desordenado
generalmente no sabe dónde coloca las cosas y la planificación requiere de
estructurar aquello que deseamos hacer, por tanto ordenar también es
planificar.
¿Por qué llamamos a una empresa
Organización? Lógicamente el significado
de esta palabra se deriva de la palabra “Organizar” que no es más que la acción
o el efecto de estructurar algo y de distribuirlo de
manera conveniente. Por tanto, las personas que se consideran parte de una
organización deben actuar en consecuencia.
Existen tiendas a las que se les llama "regueras" y esto es porque la mercancía se encuentra en una mesa de manera desordenada o tiradas en el suelo.
El desorden atrasa a las personas y afecta la salud, pues la acumulación genera más polvo. Le proyecta como una persona que no tiene consideración hacia los demás, porque el desorganizado tira cosas sin importarle quién las está recogiendo detrás: Mujeres que dicen no encontrar qué ponerse y acumulan toda la ropa encima de la cama, hombres que dejan tirados sus zapatos por doquier, niños que tienen los juguetes regados por todos lados lo cual pudiera provocar un accidente, escritorios llenos de papeles, archivos sin organizar, cocinas que parecen talleres de reparación de vehículos, closets que ante la primera puerta que se abre todo se desploma.
El desorden atrasa a las personas y afecta la salud, pues la acumulación genera más polvo. Le proyecta como una persona que no tiene consideración hacia los demás, porque el desorganizado tira cosas sin importarle quién las está recogiendo detrás: Mujeres que dicen no encontrar qué ponerse y acumulan toda la ropa encima de la cama, hombres que dejan tirados sus zapatos por doquier, niños que tienen los juguetes regados por todos lados lo cual pudiera provocar un accidente, escritorios llenos de papeles, archivos sin organizar, cocinas que parecen talleres de reparación de vehículos, closets que ante la primera puerta que se abre todo se desploma.
Hasta para recibir la vida eterna hay
que estar organizado. No se trata de
acumular cosas en un lugar, se
trata de colocarlas en el lugar correcto. Si usted hace el ejercicio de poner
las cosas en su lugar inmediatamente, se dará cuenta de cuán fácil será
buscarlas en el momento que las necesite.
El orden facilita la toma de decisiones y aumenta el rendimiento. Le hace ganar tiempo, dinero y descanso. Aporta temple al individuo. Ordenar
es un hábito que necesita ser desarrollado para lograr una organización no solo
de las cosas materiales que tenemos, sino de nuestra propia vida.
Una amiga psicóloga me dio una maravillosa idea para que los miembros de mi familia dejaran de hacer regueros. Me dijo: "Compra un tanque plástico alto y bien profundo, con su tapa, y tira todo lo que encuentres en el medio allí. Cuando tengan que buscar en lo profundo del tanque esto los va a incomodar y verán la importancia de colocar las cosas en su lugar". Enseñe a sus hijos desde pequeños a ser ordenados, establezca reglas, pues eso también les hará más cooperadores.
Una amiga psicóloga me dio una maravillosa idea para que los miembros de mi familia dejaran de hacer regueros. Me dijo: "Compra un tanque plástico alto y bien profundo, con su tapa, y tira todo lo que encuentres en el medio allí. Cuando tengan que buscar en lo profundo del tanque esto los va a incomodar y verán la importancia de colocar las cosas en su lugar". Enseñe a sus hijos desde pequeños a ser ordenados, establezca reglas, pues eso también les hará más cooperadores.