"Sin embargo, no sabéis cómo será
vuestra vida mañana.
Sólo sois un vapor que aparece por un
poco de tiempo y luego se desvanece".
Santiago 4:14
Hace unos días a la familia llegó una
triste noticia. Una gran mujer, madre y esposa partió de este mundo
en circunstancias muy inesperadas. Había venido desde los Estados
Unidos para realizarse una cirugía y días después, debido a
complicaciones falleció. Era una mujer llena de vida y de
mucho carácter. Casada por muchos años con un esposo que lloraba
inconsolable la partida de su amada. Dos hijos se encontraban absortos
ante el cuerpo de su madre en un ataúd, lo cual les era difícil reconocer
y aceptar, ya que se suponía que ella regresaría a su casa en excelentes
condiciones luego del tiempo de recuperación de la cirugía. Hermanos,
cuñados, sobrinos y todo el que la conoció se encontraba tristemente
sorprendido ante lo ocurrido.