Puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe
(Hebreos 12:2)
Mientras observaba una revista en un salón de belleza,
leí la siguiente frase en una publicidad de un cosmético: «Tu mirada expresa lo
mejor de ti». Inmediatamente vino a mi
mente la pregunta: ¿Qué expresa mi mirada?
¿Expresa tristeza, temor, desilusión, cansancio… o estará expresando la
alegría y el gozo que Jesús pone en mí…?
El apóstol Pedro, mientras caminaba sobre las aguas del
mar, tenía puesta su mirada en Jesucristo.
Podría yo asegurar que no se hundía porque su mirada permanecía anclada
en aquel que le sustentaba con su poder.
Al desviar la mirada Pedro comenzó a hundirse y a temer.
El verso de hoy nos dice que debemos poner los ojos en el
autor y consumador de la fe. Cristo es el autor y consumador de la fe. Si mantenemos nuestra vista fija en él,
seguramente nuestra mirada mostrará el reflejo de su amor y de su paz
inagotable. Mostrará también el gozo por
todo lo que él está haciendo en nuestras vidas y en vez de reflejar una
expresión de desanimo, mostrará ante toda aquella nube de testigos que está en
derredor que el peso que antes nos había asediado, Jesucristo lo transformó en
firmeza.
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