Y les dijo Moisés: Ninguno deje
nada de ello para mañana. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos
dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos
Moisés.
Éxodo 16:19-20
Guardar no tiene nada de
malo siempre que se guarde lo necesario, lo justo y lo conveniente. Jesús nos cuenta la historia de un hombre que
logró todo lo que pudo lograr y que al ver todas sus riquezas decidió romper
todos sus graneros para hacerlos más grandes y seguir acumulando mucho más
(Lucas 12).
Guardar excesivamente puede
ser un signo de avaricia. Hay personas
que encaminándose hacia el éxito pierden el enfoque de la vida integral y se les
hace muy difícil desprenderse de lo que obtienen. Hay seres humanos que no
comparten absolutamente nada de lo que poseen porque entienden que aquel que
quiere algo debe trabajar de igual manera que ellos para obtenerlo. El ser
avaro puede llevar a cometer muchos errores. La avaricia puede manifestar el monstruo
interior de una persona, porque se propone lograr lo que quiere a cualquier
precio, algo bastante temible.
El pueblo de Israel se vio
probado por Dios en el desierto cuando se le proveyó del maná. No estaban
acumulando dinero, pero sí acumulaban la comida, provocando a Dios a ira. Esto no les sirvió de nada porque la comida
se podría y le caía gusanos. Hay
personas que han acumulado tanto, sin embargo, sus riquezas, la han atacado los gusanos a través de una enfermedad, un hijo preso o una estafa que los lleva a
la quiebra. Una cosa es ahorrar para el futuro y otra distinta es acumular
tanto que no se pueda contar.
Habiendo tanta necesidad en
el mundo, guarde lo necesario para compartirlo y no solo para tenerlo guardado.
Guarde lo que necesite para reposar y para dedicar a la obra de Dios. Moisés dijo al pueblo: “Jehová ha dicho que guarden de lo que les
sobrare para el día de reposo, porque es el día consagrado a Jehová” (Ex. 16:16-24).
Guarde lo que deba guardar para su descendencia, no por el mero hecho de dejarles
riquezas, sino para mostrarles el beneficio que trae consigo el arduo trabajo y
para manifestarles las misericordias de Dios para con usted. Moisés le pidió a
Aarón que tomara una vasija y pusiera un gomer de maná para mostrar a la descendencia cómo estuvo Dios con ellos en
medio del desierto (Ex. 16:33-34).
Guardar es de sabios si se
hace con entendimiento y prudencia. Sea rico y gane todo lo que pueda, pero no
quiera ganarlo de la noche a la mañana.
Trabaje duro para conseguirlo, y guarde con la conciencia de hacer como
Dios manda, para que lo que guarde no hieda ni se agusane. Recuerde que la vida del hombre no consiste
en los bienes que posee (Lucas 12:15).